La decisión de Rafael Correa de conceder asilo al fundador de WikiLeaks parece todo menos una coyuntura emocional del presidente ecuatoriano.El politólogo Vicente Torrijos, de la Universidad del Rosario, en Colombia, dijo que el asilo otorgado a Julian Assange proporciona a Correa «una gigantesca cortina de humo con la que él pretende ocultar la forma en que trata a la prensa en su país».Correa fue el motivo por el cual el director del principal diario de oposición en Ecuador buscó asilo a principios de año y se escondió durante 14 días en la embajada de Panamá en Quito cuando la Corte Suprema ecuatoriana ratificó un fallo por difamación contra ese ejecutivo y otros editores.El presidente también ha aprovechado las restricciones a la propiedad de medios que decretó un Congreso leal a él para amordazar a la prensa propiedad de la oposición.Torrijos calificó la decisión de Correa como una especie de «pragmatismo propagandístico» que funciona bien entre las personas a las que les gusta ovacionar a quienes se enfrentan a Estados Unidos y los aliados de Washington.AP