Relaciones Comité Cívico-Gobernación

Emilio MartínezA comienzos del 2011, una virtual rebelión de las provincias cruceñas acabó con el tradicional “turno” en las elecciones del Comité Pro Santa Cruz. Principal beneficiario de ese fenómeno resultó el actual presidente de la entidad, quien quedó como alternativa al candidato “oficial”, de quien se temía que pudiera impulsar una línea de colaboración con el gobierno de Evo Morales similar a la implantada en varias cámaras empresariales.En esa pugna, la Gobernación cruceña apostó en favor del postulante derrotado.A un año y medio de esos sucesos, las cosas parecen haberse invertido: se observa a una presidencia seriamente distanciada de los comités provinciales, mientras se profundizan sus relaciones con la Gobernación, generando críticas por el riesgo de instrumentalización partidaria de la institución cívica.El punto álgido en ese realineamiento se dio durante la realización de la reciente “Asamblea Ciudadana”, el pasado 10 de agosto, cuando el Directorio de los Comités Cívicos Provinciales emitió una resolución expresando su disconformidad por la exclusión de la “agenda departamental” del acto, que quedó circunscrito exclusivamente a la preservación del cargo del gobernador.Previamente, los dirigentes provinciales propusieron incluir entre los temas centrales del evento la defensa de intereses estratégicos regionales como El Mutún, la solidaridad con otros opositores perseguidos y la denuncia del avasallamiento de las áreas protegidas y parques nacionales. Sin embargo, nada de lo propuesto fue recogido.A esto deben sumarse los cuestionamientos por la utilización de la figura de la “Asamblea Ciudadana”, no prevista en los estatutos cívicos sino en la Constitución masista de La Calancha.En el giro dado por la presidencia de la institución puede haber influido cierto pragmatismo, que vio una vía fácil para reactivar la convocatoria cívica en la colaboración con los objetivos políticos del gobernador. Una decisión paradójica, dado que fue esa autoridad departamental quien principalmente contribuyó a desactivar la ola de movilizaciones populares en el 2008 y los años subsiguientes. Y una decisión con magros resultados, vista la moderada concurrencia al Estadio “Tahuichi”.La preservación de la independencia del Comité Pro Santa Cruz, principal entidad de la sociedad civil de toda Bolivia, exige por una parte unas relaciones institucionales y no “carnales” con la Gobernación cruceña, signadas por el accionar principista y no por la dependencia.Por otro lado, no parece que el Comité pueda funcionar de forma adecuada sin oír a sus bases provinciales.