San Matías y el Estado fallido

El reciente brote de violencia en San Matías puso en evidencia la débil implantación del Estado en las zonas fronterizas del país. Ausencia de la justicia, del Ministerio Público y de la policía, son parte de la sintomatología de lo que ha sido llamado en ciencias políticas el “Estado fallido”, definido por la pérdida de control físico del territorio o, en términos weberianos, por la ruptura del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.En esta porosidad territorial tiene mucho que ver la penetración del narcotráfico, como elemento que aprovecha y maximiza las posibilidades que le brinda la desinstitucionalización.Penetración que avanza a pasos agigantados durante el gobierno de Evo Morales, surgido en sí mismo de un territorio sustraído a la soberanía estatal por los sindicatos de cultivadores de coca-para-cocaína: El Chapare.Es decir, que el núcleo mismo del Estado ha sido copado por las fuerzas de la desestructuración institucional.Luego, ese gobierno no ha dejado de incentivar la formación de bolsones de territorio “liberado” (tiranizado cabría decir), al promover una concepción de la justicia comunitaria que rebasa la racionalidad del Estado de Derecho y tolerando la violencia de ayllus y sindicatos agrarios contra agentes policiales.Pero la debilidad estatal en las zonas fronterizas también nos habla del fracaso de la agencia ADEMAF, creada por el “hombre fuerte” del régimen, Juan Ramón Quintana, como base para su poder geopolítico personal.La presencia pública en dichas regiones fue precisamente el discurso con el que se sostuvo la creación de esa oficina, propósito que el mismo Quintana se encargó de desmentir por estos días, cuando le achacó a los gobiernos municipales la tarea de garantizar la soberanía nacional en las fronteras…[email protected]