¿El MAS es de izquierda?


Gonzalo Villegas VacaflorLas cualidades de los políticos salen a relucir con mayor énfasis en los momentos electorales, a Evo Morales hasta el 2005 lo conocíamos como dirigente cocalero, desde enero de 2006 como Presidente. Inaugura un periodo de modificaciones del andamiaje estatal, las estrategias variarán por su fortaleza personal antes que por sus propuestas programáticas, pues estamos en una etapa de debacle de la izquierda tradicional que inicia un viaje sin retorno de sus ancestrales paradigmas dando paso a emergencias de representantes de pueblos indígenas, cuya representación y contradicciones coloca su carga afianzado en un caudillismo que mantiene las características propias del mismo.El debate, la confrontación de ideas están ausentes, son sustituidas por adornos lingüísticos que sin rubor, ni modestia plantean irrealizables esquemas, la política sin interpelación no se ha inaugurado y esto deja un vacío porque en estos eventos se conoce en algo la formación, conocimiento doctrinario e ideológico de los que participantes.Es notoria la poca emergencia de nuevos hombres y mujeres que militan ahora en la “izquierda del siglo XXI”, la gama abarca desde jóvenes que su simpatía o militancia en esta instancia y visión política es nueva, y por lo tanto su opción es de conocimiento; pero están acompañados de oportunistas, mercenarios políticos y conversos. Estos últimos en un pasado reciente, eran estrechos y “juramentados” colaboradores de lo que en el actual gobierno consideran e identifican, tanto a su esquema, como a sus dirigentes como enemigos irreconciliables; tal vez los conversos han experimentado lo de Saulo de Tarso que después de perseguir y victimar cristianos, experimenta una revelación milagrosa se convierte en San Pablo para constituirse en el más fiel y devoto de los seguidores de Cristo.En nuestro cotidiano, ayer colaboradores estrechos del dictador Banzer en el Ministerio de Defensa, ahora personajes fuertes del “proceso de cambio”, ex adenistas, hoy, recalcitrantes masistas en la jefatura de grupos de choque con una verborragia desquiciada que suple su conocimiento; funcionarios del Banco Central en el “gonismo” ahora manejando la finanzas del país; y una larguísima lista que el control social la conoce; los conversos por el momento son los que de boca afuera darían la vida por el “jefe” de hoy.Oportunistas aplicando la: “necesidad tiene cara de hereje”, o “la ocasión hace al ladrón” se camuflan y están empleados o con cargos, principalmente en la administración pública.Los mercenarios que cruzan fronteras, o no las necesitan porque se encontraban aquí, esperando el momento para ofertar sus servicios de: escribidores, expertos en estrategias políticas e incluso en seguridad física de repente externa o interna y en fin todo lo que falte. En décadas pasadas se convocaba al espíritu internacionalista de la revolución, y tuvo adherentes que se plegaron sinceramente a su experiencia, no importándoles arriesgar el pellejo por lo que ellos consideraban como cierto.En esta lógica, los movimientos sociales son dirigidos con carencia de estructura de idearios y menos programa, pero bueno a esta taxonomía, incluso se insertan ritos, interpretaciones esotéricas y cosmogónicas de los fenómenos sociales, pues no hay nada muy original en identificar mutaciones en una especie de transformación que la consideran virtuosa como un enigma meta histórico transfigurando la ideología para sus propios fines.Después de la debacle de la UDP, no podemos encontrar dirigentes que hayan podido interpretar la realidad nacional y conjuncionarla con la mundial; intelectualmente el bajón es alarmante. Hasta hace un década atrás, el posicionamiento en las categorías sociales convirtieron a los dirigentes de izquierda en portadores de ética social ,de conocimientos enciclopédicos, de formación doctrinaria, ideológica y otros atributos que Jean-Paul Sartre, se atrevió a manifestar que; era imposible concebir una buena literatura de derecha.Si bien existen “pensadores” supuestamente nuevos, éstos en sus escritos no han logrado expresar y enarbolar tesis nacionales, su influencia crece debido a una transposición de limitaciones que aprovecha la carencia cognoscitiva de una gran mayoría nacional, y su inconsistencia hará que terminen archivados como ensayos literarios, sin ninguna influencia en los saberes de la Política nacional, menos internacional, y es algo que poco tiene que ver con el promedio general del nivel cultural de nuestra sociedad, sino en una desmesura egoísta de: autosuficiencia, autoproclamada superioridad de conocimientos que es catapultada por propaganda que desde el poder político, los proponen como alternativa de lectura.El poder es un mecanismo infernal y muy pocos escapan a su seducción, pues no tienen la fortaleza de asumirlo como a un instrumento de transformación social, lo concibieron como un objetivo en sí mismo y pueden acabar devorados, triturados y digeridos por éste.Por otra parte un proyecto social progresista que busque alcanzar un impacto sobre la calidad de vida de la población,jamás podrá ser llevado a adelante, menos delineado por segmentos tales como: cultivadores de coca ilegal, los llamados “cooperativistas mineros” , contrabandistas, tránsfugas, depredadores del medio ambiente y mercenarios políticos ; cuya ligazón gremial es satisfacer sus intereses particulares e impedir la viabilidad de un sistema orientado a la mejor distribución de las riquezas. Con estas consideraciones se puede afirmar que el MAS no es un partido de izquierda, sino un conglomerado afinidades unidas coyunturalmente por el objetivo de alcanzar poderío económico a cualquier costo.


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