Entrenadas y armadas, tendrían a cargo la custodia del 49 por ciento de las mesas el decisivo 7 de octubre. Tradicionalmente, las fuerzas armadas estaban al frente del operativo de seguridad electoral.
Según una primicia del diario español ABC, milicias paramilitares de Hugo Chávez controlarán casi la mitad de las mesas de votación en las próximas y decisivas elecciones presidenciales del 7 de octubre. Sustituirán en esa función a las fuerzas armadas. Además, según fuentes del diario español, Chávez está adiestrando a estas células de militantes para realizar "inteligencia social" y eventualmente abortar mediante la violencia armada protestas opositoras luego del acto electoral. Muchos de los milicianos estarán armados con fusiles automáticos.
Con algunas encuestas que comienzan a vislumbrar una victoria del opositor Henrique Capriles y reiterados problemas del chavismo para llenar actos electorales, Chávez parece confiar su suerte a la acción directa de las denominadas Redes de Movilización Inmediata (Remi), dedicadas a "la alerta temprana y la antelación", según la documentación interna a la que accedió el diario ABC.
Cambio sospechoso
Pero la función clave que tendrán estos paramilitares no estatales será la custodia del proceso electoral. El tradicional Plan República —consistente en dar seguridad en los centros electorales, custodia de los votos y su traslado— ha correspondido históricamente a la Fuerza Armada Nacional (FAN). Ahora, por primera vez, los militares compartirán esa función con estos milicianos irregulares. Las fuerzas armadas cubrirán el 51 por ciento de los centros electorales, y estas milicias el 49 por ciento restante. Y precisamente lo harán en muchos de los lugares donde la oposición es fuerte.
Por esto, "es difícil no ver en las Remi un propósito que va más allá de garantizar la seguridad de la jornada", afirma el ABC. "No tienen ninguna institucionalidad que las refrene. Si matan civiles, será un acto de civiles contra civiles, por los que el gobierno de Hugo Chávez no tendrá que responsabilizarse ante requerimientos internacionales", explican fuentes que han facilitado a ABC diversos documentos sobre los planes para el 7 de octubre de estas fuerzas irregulares.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Una primera misión de las Remi es hacer "inteligencia social", concepto que incluye la "detección a tiempo de movimientos policiales o militares sospechosos y el marcaje de actores oponentes", según esos documentos.
Distribuidas por los centros electorales, contarán con un plan de códigos, entre ellos los siguientes: detenidos, heridos o muertos (A17); presencia de militares opositores (Z1), aparición de la policía de Miranda (Z7), Carabobo (Z8) o Chacao (Z9), que son tres Estados opositores; llegada de vehículos blindados (J8), observación de aviones o helicópteros (J9); alerta temprana (C1), alerta máxima (C2), acuartelamiento en puntos acordados (C3), ubicarse cerca del objetivo (C7) y avanzar sobre los objetivos asignados (C9). Las instrucciones aconsejan que los "códigos abreviados deben combinarse con oraciones cortas", y entre los ejemplos cita "enfrentamiento con Z8K (blindados)".
La función de estas milicias irregulares será asimismo "abortar concentraciones de la oposición antes de que estas puedan tomar cuerpo", "detección de dirigentes opositores, organización de movilizaciones de calle y de resistencia y control territorial".
Modelo iraní
Según interpreta el ABC, las Remi copian sus tácticas de las unidades Basij de Irán, cuya actuación fue decisiva para abortar las protestas de 2009, cuando la juventud iraní se rebeló contra el fraude en las elecciones presidenciales que forzaron la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad.
Por todo esto, "lo más peligroso en las elecciones son las Remi", asegura un coronel del ejército venezolano relacionado con los planes de contigencia para las elecciones que pide el anonimato. El coronel asegura que en junio se comenzaron a repartir unos 8.000 fusiles AK-103, la nueva versión del AK-47 ruso que se fabrica en Venezuela. Pero no todos los integrantes de las Remi, red que ya existía previamente pero que ha sido ampliada y entrenada para esta nueva misión, irán armados. ABC estima que 3.800 milicianos "hasta julio" habían participado en jornadas de preparación para tareas de observación. Pero otras unidades, compuestas de equipos de entre cinco y siete miembros, estarían pensadas para la acción violenta.
Más allá de las Remi, las Milicias Bolivarianas han reclutado a cientos de miles de civiles, a los que se les ha dado entrenamiento militar. Pero estas unidades poseen status estatal, al menos según asegura su portal en la web.
En la documentación obtenida por el diario español sobre las Remi no hay referencias explícitas a armas y se presenta todo el plan como de reacción ante una posible alteración del proceso electoral por parte de la oposición o de militares contrarios al chavismo, pero "su misma presencia en la jornada electoral no puede tener más misión que la de actuar al margen de la ley", interpreta el diario.
Además de los "equipos de inteligencia social", las Remi están constituidas por "equipos de control territorial como fuerza de acción rápida y de acción de calle, con capacidad para bloquear o aperturar puntos críticos de los corredores viales, áreas geográficas o localidades", así como "defender los espacios aledaños a las instituciones del Estado". Las instrucciones advierten que "hacia las horas de la tarde, ante y en el proceso de escrutinio, va a existir una mayor tensión y los oponentes pueden impulsar el desarrollo de la confrontación sobre todo en los centros donde el resultado sea de empate técnico o resultados muy ajustados".
Reacción opositora
La información causó enorme preocupación en Venezuela. Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cuyo abanderado es Henrique Capriles, declaró que "la gravedad de la información publicada es imposible de exagerar. Exige una explicación por parte del gobierno, y una investigación de los órganos del Estado venezolano, la cual muy probablemente no harán". Aun así, el jefe de la alianza opositora, que también es el representante de la MUD ante las FAN, subrayó que el tradicional Plan República, organizado por la fuerza armada para la jornada de elecciones, "tendrá a su cargo el orden público y la seguridad". Y recordó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) "debe asegurar la vigencia de la ley y las garantías. No se trata pues de un asunto que no sea responsabilidad de alguien, es materia de competencia inexcusable de órganos muy concretos del Estado".
LaCapital.com.ar