Alejandro Brown*
¿Quintacho al mando?
Claro que sí, dada la afrenta de tensionador jacobino TJ, osar un aumento de su participación internacional del cato, lo tienen a fuego lento. Ya las cosas comenzaron a ir mal cuando se lo vio a TJ despotricando por las pandillas políticas del pasado, y al jefazo mostrando a su nuevo mejor amigo en el supuesto líder pandillero referido.
Es cada vez más evidente que se repite la máxima de la convivencia del poder político boliviano, cuando contaban el chiste de la pregunta simpática de alguien de la prensa a otrora personaje en el poder, “verdad que hay muchas peleas al interior del gobierno, en la última reunión de gabinete sucedieron de tal manera las cosas que los gritos se escuchaban hasta la calle”. “Falso”, respondía el personaje con su acostumbrada tranquilidad ante el micrófono, “nada más falso señorita, porque ya ni nos hablamos”.
Es cada vez más evidente la polarización, pues el reciente consorte, a pedidos de sus fans, de algunos que no pudieron colarse al matrimonio se dio su baño de multitudes en la feria, donde la vergüenza tuvo una vez más cara de hereje. El viaje allá donde dicen, carece de relevancia, y resulta cómodo en un escenario internacional cada vez más peligroso, habida cuenta que las causas del crimen de las Américas (de lesa humanidad) o la cada vez mayor vinculación con un principado devenido en padrinazgo de quienes fueron quedando fuera de la maquinaria cartelizada del alba, que los acosan silenciosamente.
Entre tanto vemos al gobierno con una oposición activa a dos cuadras dentro de el mismo (error intencional de él, por del para dar el énfasis apropiado), la agitación profesional desatada de quienes a decir de Cantinflas (billetera mata galán) la tienen y de proporciones casi infinitas, en esta carrera desatada, que podríamos llamar quien prescinde de quien. La pregunta no es si Quintacho asumió el mando con los viajes del emperador y el príncipe consorte, la afirmación apropiada es… retuvo el mando. Mientras jefazo sonríe en las fotos imperiales contando que la mano del imperio ya le hizo los exámenes de salud, entre otros el de la próstata.
*Perseguido político