Los dos tomaron el clásico como una final adelantada, y en consecuencia el ganador, The Strongest, celebró su éxito a lo grande. Tenía razones de sobra: la victoria sobre Bolívar (2-3) —clara, más allá de lo que está escrito en la pizarra—, quitándose de encima a un rival amenazante; los tres puntos ganados, respaldando el primer lugar en la tabla; los dos goles de Harold Reina, que fueron la base del triunfo y los primeros convertidos por el colombiano; y la cereza sobre la torta, el gol 100 de Pablo Escobar en la Liga, que el capitán lo soñaba en un partido grande como éste y que además fue el de la victoria. Todo, absolutamente todo, fue gualdinegro. Fueron los entrenadores —Portugal y Villegas— los que dijeron que tomaban este partido como una final. Parecía una exageración de su parte a sabiendas de que con este cotejo apenas estaba comenzando la segunda rueda del Apertura.
En consecuencia, no debería ser para tanto, pues queda mucha tela por cortar y muchas cosas aún pueden ocurrir. Eso sí, el Tigre logró algo muy importante en este su camino hacia el tercer título consecutivo que busca, y es conservar la punta —ya tiene 23 unidades, de momento inalcanzables para los que le persiguen— frente a varios equipos, incluido Bolívar, que intentan hacerlo tropezar. Y a no dudar que, aparte de los tres puntos, ha ganado un montón de motivación y confianza como para encarar todo lo que falta, que será igual o más difícil. A Bolívar no hay por qué darlo por muerto ni cosa parecida. Tiene, cabe recordarlo, dos partidos pendientes de la primera rueda. Dependerá de los celestes saber aprovecharlos.
El clásico 185 en la historia de la Liga se jugó con intensidad, con dientes apretados, con todos en la cancha decididos a no regalar nada. Ganó el mejor. El Tigre lo sacó a flote desde el comienzo con su actitud, con un funcionamiento colectivo más sólido y eso marcó la diferencia. Reina, en su noche, abrió la cuenta a los 7 minutos; Cardozo, a los 9’, empató . En ambos casos después de tiros de esquina y concesiones defensivas. The Strongest tuvo más llegadas y, por tanto, más chances de ampliar la cuenta. Tardaría un poco, hasta después de la media hora del segundo periodo, etapa en la que la expulsión de Flores (20’) —correcta roja al jugador más malintencionado de la cancha— marcó el resto del cotejo.Reina (31’), primero, y sobre todo Escobar (39’), después, definieron el clásico, porque el gol de Cardozo (47’) llegó tarde y no pudo salvar a Bolívar.
Fuente: Unitel.
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