Fisuras en la hegemonía

Emilio MartínezUna inédita alianza ente parlamentarios de cuatro fuerzas opositoras (CN, UN, AS y MSM), junto a indígenas y disidentes del MAS, logró frenar el intento de suspender de su curul a la asambleísta Adriana Gil, infligiéndole la primera derrota al oficialismo en la Cámara de Diputados.Varios factores influyeron para alcanzar este triunfo opositor: 1) el alejamiento de la bancada indígena del Movimiento Al Socialismo, a raíz del atropello gubernamental contra el TIPNIS; 2) la fractura entre el MAS y el MSM, tras la decisión presidencial de prescindir de sus ex aliados en las elecciones municipales de La Paz de 2010; 3) la articulación interpartidaria impulsada por un grupo de diputados jóvenes de CN; y 4) los problemas internos en la bancada oficialista, ya evidenciados cuando el Palacio Quemado no logró imponer a su candidato (Héctor Arce) en la presidencia de la Cámara Baja.En relación al tercer punto, una lectura posible es que los líderes jóvenes e intermedios dieron una lección de unidad a los líderes nacionales y le mostraron al país la vía a seguir hacia el 2014.La gran pregunta es si esta alianza republicana se seguirá reeditando o si es una estrella fugaz en el firmamento político boliviano. De darse lo primero estaríamos ante un punto de inflexión, una verdadera fisura en la hegemonía parlamentaria del MAS, que habría perdido sus 2/3 estratégicos, llave para múltiples decisiones institucionales.