La Asociación Inglesa de Fútbol (FA) se quejó formalmente ante la UEFA , organismo que rige el fútbol en Europa, por el abuso racista que recibieron varios de sus jugadores durante el partido sub21 que jugó Inglaterra en Serbia.
Uno de los jugadores ingleses, Danny Rose, que fue expulsado en el último minuto del encuentro, hizo gestos de un mono cuando salió del campo, imitando al parecer la agresión que estaba recibiendo de los aficionados serbios desde las gradas.
El incidente derivó en una masiva pelea entre los jugadores y delegados de ambos equipos. En un comunicado, la FA lamentó las escenas de racismo y los enfrentamientos al final del partido, agregando que había "denunciado un número de incidentes racistas… dirigidos desde las gradas a varios jugadores negros de Inglaterra".
No es la primera vez que los aficionados serbios son acusados de cánticos racistas desde las gradas, motivo por el que fueron sancionados por la UEFA en 2007, precisamente después de un partido contra Inglaterra.
La Asociación Serbia de Fútbol ha negado las acusaciones.
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Fuente: BBC