Qué pena

Ernesto Ferrante

Qué pena lo de Bolivia. Que pena que los llamados a conducir este equipo dentro de la cancha no hayan aparecido y se hayan limitado a mirar, desde un lugar privilegiado, el partido. Usted póngale el nombre que no le va a pelar.

Qué pena que quienes tomaron el mando de esta selección, no hayan contagiado a todos ese espíritu de lucha y de creer en uno mismo que tanto pregonan.



Tanto machacaron con eso de "lo hacemos porque podemos" que todo el país se "predio" de esa esperanza.

Todo el país menos los que tenían la obligación de prenderse y digo todo el país y si no mire nuevamente como estaba ese estadio de La Paz, más lleno que después de un churrasco gratis y en los demás departamentos la gente volvió, después de mucho tiempo, a sentarse frente a un televisor pensando que tal vez con el retorno del nuevo técnico la cosa podía cambiar, pero no cambio, sigue igual, frustración tras frustración; Carajo!!! creo que todos los hinchas de fútbol de este país no nos merecemos esto.

Este barco ya venía haciendo aguas hace tiempo, lo que motivó la huida del anterior DT y la desmarcada de quien venía a ser el llamado a conducir los partidos en La Paz, casualmente los dos naturalizados bolivianos, ni modo sus razones tendrán.

Vino un nuevo cuerpo directriz, con planificación diferente, otra mentalidad, charlas, motivaciones, esquemas tácticos, sicólogos nutricionistas, yatiris (eso creo que no, pero igual va) y todo lo que hace un cuerpo técnico para llegar a buen puerto; pero cuando los que van a remar no se quieren mojar ahí es donde el barco se va a pique porque solo reman y la sudan tres o cuatro.

Mal va a poder meterla Martins, goleador del fútbol brasileño si no le llegan las pelotas. Mal va a poder evitar goles Ráldes si corre sólo por toda la cancha tapando huecos que dejan sus compañeros; no va a tapar todo Suárez si los dejan patear de donde sea. Perú se preparó para esto y bien que lo hizo. Puntos altos para Chumacero y Flores que corrieron como kenianos en la olimpiada.

Hay cosas de camarín que no se saben y tal vez no las sabremos nunca por esos llamados "códigos", pero cuando técnicos, preparadores, dirigentes y sobre todo hinchas hacen su parte y la cosa sigue igual, algún código Da Vinci debe ser puesto en el tapete y esto va para todo el fútbol nacional pues la selección es una clara muestra de lo que somos. Uyyyyy y ahora encima vienen los yoruguas.