El hombre que atrapó a Adriana Gil

Pedimos una entrevista tras que nos enteramos de que Adriana Gil enamoraba con él. Insistimos varias veces, pero no tuvimos éxito, hasta que lo logramos. Y la espera valió la pena.

Gabriel Díaz, el ahora esposo de la diputada de la mano de hierro, no solo aceptó una entrevista, tampoco tuvo reparos en sacarse la polera en la sesión de fotos y mostrar su envidiable figura que mantiene con gimnasio, trote, piscina y bicicleta.

Pero, ¿cómo es que un argentino encontró el amor en una figura pública en Bolivia?



En 2011 Gabriel era director de Comercio Exterior de un semillero y fue invitado a participar en Expocruz 2011. Cuando estuvo a punto de subirse al avión de retorno a su natal Buenos Aires la sonrisa y los ojos de una mujer lo cautivaron. La invitó a tomar un café y Adriana aceptó, pero él desconocía que ella era política y boliviana.

Después de ese encuentro volvieron a verse, tanto en Bolivia como en Argentina. El idilio de amor comenzó en diciembre de 2011 y tuvo su momento cumbre para el cumpleaños de Adriana (22 de mayo) cuando Gabriel le pidió matrimonio. Días después, el 9 de junio, se dieron el ‘sí quiero’ ante Dios en Santa Cruz.

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Si retrocedemos un tiempo encontramos a Gabriel envuelto, sin querer, en el mundo publicitario. A sus 22 años ya modelaba y sonreía ante una cámara, y su talento lo llevó hasta Ciudad de México, donde actuó en algunas telenovelas para TV Azteca.

Ahora afirmó que no quiere ni saber de la TV, ni del modelaje, ni de la actuación. ¿Por qué? Y respondió:

“Soy una persona de casa, no me gusta estar expuesto, soy más tranquilo, tenía compañeros que se desvivían por estar en la tele, pero yo me paro ante una cámara y me da vergüenza. No tengo interés en ser famoso”. Y detalló que solo se animó a esos trabajos por simple y mera curiosidad.

Esa misma curiosidad que desarrolló desde pequeño. Gabriel Martín nació el 5 de julio de 1984, producto del amor de Carlos Díaz y Martha Ares. Es el menor de tres hermanos, Roxana y Javier, que están en Buenos Aires, y Manuel, en Hong Kong.

Con sus 1,96 m de estatura y ojos color miel se rehúsa a creer que pueda atemorizar a alguien. “¿Te parezco una amenaza?. No creo que le produzca temor a la gente. Pero no porque sea alto, significa que sea tonto, no como vidrio”, respondió.

Posó para nosotros con el torso desnudo

Quizás, más allá de lo físico, Gabriel y Adriana quedaron flechados porque son tal para cual. Tienen gustos iguales o parecidos, y en lo único en que se diferencian es que a él no le gusta estar expuesto ante los medios y a ella sí. Por eso opta disfrutar con su amada una película o reunirse con sus seres queridos, por lo que se autodenominó “familiero”.

Afirmó ser un hombre romántico, pero no de esos que lleva una serenata al balcón, sino de los que entrega flores o regalos en privado. Confesó que es celoso, pero no enfermizo, tampoco le molesta que la gente se acerque a su esposa a abrazarla.Dijo que, a pesar de que Adriana es política, a él no le interesa para nada ese mundo. “Ella es la figura pública, no yo. Ella es política, no yo. La que sabe de política es ella, yo no me meto”, subrayó.

En su momento muchos dijeron que él pudo domar a la política indomable, pero lo negó y declaró: “No domo a la Adriana política, No domo a nadie. A Adriana no la puede manejar ni el propio Gobierno. La palabra domar o manejar no me gusta, porque parece que uno se impone a otra persona. Adriana tiene un carácter bien fuerte, pero solo con el Gobierno, no conmigo”.

Señaló que lo que más le entristece es ver a un país tan rico que tenga tanta pobreza, mientras que lo que le produce lágrimas es estar lejos de su madre. También identificó a su sonrisa como la parte más sexy y a Hugo Boss como su perfume favorito. ¿Cocinar? “Sí, y de todo”. Y confesó que la mejor sopa de maní y el mejor cuñapé que probó fue el que le preparó Adriana.

Lo cierto es que este técnico en producción agropecuaria ‘atrapó’ a una diputada de ñeque y por el momento solo desea permanecer tranquilo y seguir dando todo su amor a la mujer que muchas veces se estrelló con Evo Morales, pero que también deja la rutina para estar a su lado.

Fuente: www.eldeber.com.bo