Mientras recibía un doctorado honoris causa de una universidad ¨bolivariana¨, el presidente Morales perpetró otra evada al decir que ¨frente a las provocaciones de algunos medios de comunicación, yo digo que mi profesión es la honestidad¨.La declaración presidencial trató de contestar a los cuestionamientos que surgen por las diversas demostraciones de desconocimiento del mandatario en cuestiones jurídicas, económicas o históricas, y que suelen derivar en observaciones sobre su falta de formación.Pero lo cierto es que la misma afirmación sobre la pretendida ¨honestidad¨ de Morales podría abrir un extenso debate.Esto, dados una serie de factores que enumeramos:1)Las oscuras finanzas presidenciales, vista la triplicación del patrimonio del cocalero desde que accedió al gobierno, no explicable por sus ingresos oficiales, así como la existencia documentada de bienes de lujo que no precisó en su declaración jurada.2)El hecho de presidir la federación de productores cocaleros, en una zona donde, según datos de la ONU, más del 90% de la producción de la ¨hoja milenaria¨ va a abastecer al narcotráfico.3)La nula transparencia del programa de inversión presidencial ¨Evo Cumple¨, no sujeto a ningún tipo de controles públicos.4)La compra de un ostentoso avión presidencial sin licitación, por un monto de 38 millones de dólares que, según varios críticos, excedería en 12 millones el precio normal en el mercado internacional.Mientras estas dudas no sean aclaradas, ¿se puede hablar de Evo el [email protected]