La economía de las artes escénicas

Gustavo Angelo*Adam Smith señalaba que los artistas desempeñaban un trabajo “improductivo” que no producían riqueza material. Hoy en día ese pensamiento quedó obsoleto. El arte se tradujo en “economía”, que mucha gente vive de la cultura, de las artes musicales, de la pintura, de la escultura, de la poesía, de la literatura, de la historia, etc. Todo artista perteneciente a la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores de Música, a la Asociación Boliviana de Artistas Intérpretes y Ejecutantes, a la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos, etc. Son artistas legalmente establecidos en el país, que van produciendo riqueza acorde a la labor que desempeñan.La mayor parte de las producciones escénicas (teatro, danza y música) nacen de la iniciativa privada, de la mano de artistas y colectivos que aportan su talento y arriesgan esfuerzo y dinero para materializar sus creaciones artísticas. Adicional a esta característica, las ayudas públicas son cada vez más escasas y puntuales, generando varios problemas para la creación, producción y comercialización de las artes escénicas. En 1996, el economista Thomas Moore hizo el primer estudio “econométrico” de la demanda de entradas a Broadway (teatros que presentan musicales y óperas) encontró que es “inelástica” con respecto al precio y es afectada positivamente por el número de obras disponibles. La sorpresa fue que halló una baja elasticidad en el ingreso, la cual se explica por el alto costo de oportunidad de asistir al teatro (tiempo de desplazamiento, transporte, gastos) que lleva a buscar alternativas menos intensivas en tiempo. Los estudios de la demanda de artes escénicas coinciden en que es inelástica al precio, especialmente la asistencia a teatros y conciertos de música clásica (Seaman Bruce, 2005). Sin embargo en el caso de la música popular, los circos y el cine, el precio puede tener un importante efecto en la asistencia, debido a la mayor posibilidad de sustitutos.Las obras de arte, especialmente las pinturas son “bienes económicos extraordinarios” muy diferenciadas, son únicas, se pueden copiar pero no reproducir, en el caso de artistas desaparecidos la oferta es totalmente “inelástica” y se asemejan a activos financieros: se pueden revender, sus precios cambian con el tiempo y las expectativas futuras del precio determinan la demanda. Por el lado de la oferta, nos preguntamos: ¿Cuál es el producto de una orquesta sinfónica? ¿La interpretación de la partitura o la “experiencia cultural” que obtienen los asistentes al concierto? Pueden ser cuatro medidas posibles del producto en las artes escénicas: el número de actuaciones, que refleja el costo de poner en escena una obra; el número de nuevas producciones, que desde el punto de vista artístico refleja la creación de nuevas obras; el número de entradas disponibles para la venta, que mide el producto en términos de butacas disponibles, y el numero de entradas vendidas que mide la producción de “experiencias culturales” generadas por una actuación. También se puede representar en las mismas unidades la oferta de actuaciones o de nuevas obras y la demanda de “experiencias culturales”.En los sectores del arte, pintura, escultura, y del entretenimiento cine y música, a los que se denomina creativos, existe un tipo particular de contratos, que dista del contrato completo teórico; entre dos tipos de agentes. Los artistas que realizan la actividad creativa y el comercio que realiza las actividades rutinarias, por ejemplo, un escritor necesita un editor que publique el libro, un pintor una galería que exhiba la obra y un cantante un sello discográfico. Estos contratos están signados por la incertidumbre acerca de la calidad de los artistas que “por amor al arte” pueden aceptar salarios muy inferiores a los que obtendrían si se dedicaran a una actividad rutinaria.*Investigador en temas culturales