En la homilía de este domingo monseñor Sergio Gualberti, transmitió el deseo del cardenal Julio Terrazas que pide a la ciudadanía una participación "objetiva" en el Censo de Población y Vivienda, dando datos reales y sin mentiras. Asimismo, pidió a las autoridades manejar con transparencia la información recolectada para una adecuada distribución de recursos.
El monseñor lamentó que en los últimos días se hayan producido enfrentamientos en Colomi causando varios heridos. También cuestionó que algunas autoridades locales realicen medidas de presión atentando contra la ciudadanía, bloqueando las principales carreteras del país.
"El cardenal Terrazas espera que los bolivianos participemos en el censo con objetividad, dando datos verdaderos, no con mentiras, pero también se confía que las autoridades, utilicen con transparencia esos datos que van a obtener", manifestó Gualberti.
Agregó que el censo es "un medio muy importante que nos da la posibilidad de conocer más objetivamente la realidad de nuestro país, de nuestros departamentos, ciudades y pueblos a los 11 años del último censo".
Asimismo, pidió a las organizaciones sociales y algunas autoridades municipales dejar de amenazar a la ciudadanía, exigiendo que si no se hacen censar en determinado municipio o provincia, corren el riesgo de ser multados o sancionados.
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"Sólo si lo realizamos en este marco de libertad podremos esperar que los resultados los ayuden a implementar políticas públicas que nos ayuden a responder a las necesidades de todos los bolivianos", señaló.
Por otra parte dijo que ante las constantes predicciones de algunas personas que vaticinan el fin del mundo, lo único que debe primar en el pensamiento de la gente es la palabra de Dios, que anuncia la llegada de Jesús para salvar nuestras almas.
"Al hablar de estos eventos finales no podemos entenderlos como una advertencia para que nos preparemos para el futuro, sino que es un llamado a poner toda nuestra atención al presente a nuestra vida personal, a la situación de la humanidad tan desorientada", manifestó.
Agregó que "la última venida de Cristo, el juicio final no es un anuncio de miedo o de terror, sino más bien de liberación y de esperanza, son palabras de esperanza, porque al final de los tiempos ese reino de Dios que Jesús vino a anunciar y restaurar, encontrará su plenitud definitiva, será el momento en que para siempre el bien habrá vencido sobre el mal, el amor sobre el odio, la luz sobre las tinieblas".
En ese marco exhorto a que los católicos defendamos la vida y rechacemos las decisiones políticas de otros países, que apoyan el aborto y la eutanasia, que según la palabra de Dios nunca se debe atentar contra la vida de las personas por ninguna causa.
Finalmente lamentó que a pesar de los grandes avances de la humanidad siguen habiendo en el mundo muchas víctimas de la pobreza, de la miseria, de las injusticias sociales, de las presiones, políticas, de la explotación, de la exclusión, de la violencia.
Por ello hizo un llamado a los cristianos y a la iglesia no quedarse de brazos cruzados y formar parte activa "para anunciar que la última palabra no la tiene el mal y el pecado, sino el reino de Dios y Jesús, él es aquel que tiene la última palabra y comprometernos para cambiar esta realidad para que reine el amor, la fraternidad, reine la justicia y la paz".
ANF