No pasaron 24 horas de la jornada censal (de hecho, el Censo aún continúa en varios sitios del país) y los legisladores del oficialismo comenzaron a lanzar globos de ensayo con miras a dilatar la aplicación electoral de los datos para la próxima gestión de gobierno.A eso apuntarían manifestaciones como la del senador “poncho rojo” Eugenio Rojas, vocero del feudo masista de Achacachi, quien opinó que la redistribución de escaños sólo podría hacerse vía reforma constitucional.Algo que la CPE no parece justificar, visto el artículo 146 de la misma, donde se establece claramente que “La distribución del total de escaños entre los departamentos se determinará por el Órgano Electoral en base al número de habitantes de cada uno de ellos, de acuerdo al último Censo Nacional, de acuerdo a la Ley”.Días atrás, Rojas había expresado su preocupación porque el departamento de La Paz dejara de ser el más representado, en virtud del crecimiento poblacional de Santa Cruz.A lo que habría que replicar que la representación electoral no se decide en función de los deseos de unos u otros parlamentarios, sino de la pura y simple demografía.En el mismo sentido van las declaraciones del vicepresidente Álvaro García Linera y de la presidenta del Senado, Gabriela Montaño, quienes afirman que la redistribución de curules es un tema que “habrá que debatir más adelante”.“Eso habrá que verlo en los siguientes años, meses”, dijo el segundo mandatario.El tema de fondo es el temor oficialista a que el nuevo mapa electoral del país que surja del Censo ponga en peligro su hegemonía parlamentaria…[email protected]