Una señal inequívoca del Brasil

Fernando Salazar P.* La diplomacia es el arte de persuadir. Persuadir es convencer o motivar a alguien a actuar o pensar de manera distinta.Hay varias maneras de persuadir: mediante el diálogo y la argumentación, mediante la presión, mediante instrumentos económicos e, inclusive, mediante las armas.Los países con diplomacias más desarrolladas utilizan señales, es decir ciertos gestos que se emiten en el afán de que el interlocutor los capte y se dé cuenta de que su accionar no es del agrado de quien emite las señales.Las Fuerzas Armadas del Brasil han firmado un contrato por 420 millones de dólares con la empresa aeronáutica Embraer para desarrollar la primera fase del Sistema Integrado de Vigilancia de Fronteras (SISFRON) en la zona limítrofe con Bolivia y Paraguay. Preocupado por la creciente criminalidad a través de sus fronteras, tráfico de armas, de droga y contrabando, el Gobierno de Brasil ha ejecutado varias acciones y planes para fortalecer el control y la vigilancia en los ingresos a su territorio.Sin lugar a dudas, este anuncio constituye una seña inequívoca de Brasil a nuestro país, máxime si, paralelamente, se han conocido dos hechos relacionados y muy preocupantes: primero, las autoridades bolivianas admiten que la organización delictiva brasileña PCC compra droga en Bolivia para enviarla al Brasil y, segundo, que la Unión Europea está exteriorizando su preocupación por la demora en la presentación del informe sobre el consumo tradicional de la hoja de coca en el país, por parte del Gobierno.El resguardo de la frontera con Bolivia no se debe a ningún temor de una invasión boliviana. La intención es clara: Brasil quiere proteger su territorio de la droga y el contrabando provenientes del país. En otras palabras, ante la imposibilidad o impasividad boliviana de controlar adecuadamente la producción de droga en el territorio, los vecinos buscan protegerse. El contenido y alcance de la señal brasileña son, entonces, que Bolivia debe aplicarse más en el control del narcotráfico.*Abogado internacionalistaPágina Siete – La Paz