La Paz. 15 minutos no bastaron para rescatar lo necesario para sobrevivir el tiempo que tome estabilizar el edificio El Alcázar. Ministro Virreira también sacó sus enseres personales. Temor. Las deudas y los gastos ocasionados por la evacuación inquietan a afectados.
Ayuda. Afectada (tercera desde la izq.) deja El Alcázar, ayer, con bolsas y sacos que le ayudan a cargar dos rescatistas. GMLP.
La Razón / La Paz
Quince minutos no bastaron para rescatar lo necesario para sobrevivir el tiempo que tome estabilizar El Alcázar. Unos subieron preparados con bolsas y un plan; pero hubo quienes, aturdidos por la premura, agarraron lo primero que hallaron a mano.
Eran las 08.17 y 16 personas formaban fila en la calle Batallón Colorados esperando su turno para ingresar al edificio y rescatar ropa, documentos, computadoras portátiles, televisores pequeños, útiles de limpieza y aseo personal, o alimentos del congelador. Caía una tenue lluvia, mientras en la calle Tiwanaku se formaba otra fila.
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La recuperación comenzó puntualmente, a las 08.30. Dos miembros por familia, convocados mediante un megáfono, dejaron las filas e ingresaron al edificio, evacuado desde la noche del lunes ante el riesgo de derrumbe.
En la primera jornada, 87 familias (39 de la torre Córdoba y 48 de la torre Granada), de las 174 que habitaban en El Alcázar, completaron el rescate de lo que pudieron cargar en las manos, dejando atrás muebles, vestimenta y electrodomésticos. Hoy es el turno de las 87 familias que faltan.
Con la preocupación pintada en los rostros, algunos confesaron el miedo a no recuperar el dinero invertido en la compra de los departamentos, y otros el temor de perderlo todo, en caso de derrumbe. “Con qué garantías vamos a volver, o bien que nos devuelvan lo que se ha invertido o nos den otra opción”.
“El problema ahora es el dinero. Tenemos gastos de alimentación, de alquiler, deudas con las entidades financieras”, dijo Alexandra Rodríguez, quien hace cinco años compró un departamento en $us 67 mil.
“Estoy alojada donde mi hermano, no puedo invadir su privacidad. Se invirtió años de sacrificio, qué va a pasar si colapsa el edificio. Ellos (las autoridades) ¿van a saber cuánto invertí en mis muebles?, ¿si son nuevos o viejos?; deberían permitir que saquemos todo”, dijo Carmen Rivero, quien pagó $us 70 mil por un departamento adquirido hace dos años.
Los dos delegados por familia llevaban bolsas, sacos de yute, mochilas, maletas, y los otros parientes los esperaban en los puntos de salida, para trasladar lo rescatado. Dos personas por departamento ingresaron acompañadas de dos rescatistas ediles y dos bomberos, que les ayudaron a cargar bultos de ropa, bolsas de mercado, maletas, cuadros, colchonetas y hasta espejos de pared.
También rescataron lámparas, televisores de pantalla plana, colchones ligeros, computadores personales, documentos, medicamentos, alimentos, frazadas, sábanas y hasta alimentos. Vladimir Toro, de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR) de la Alcaldía, informó que la evacuación —que concluyó a las 19.00— se hizo sin alterar lo programado y en orden, gracias a la colaboración de los afectados.
Los minutos programados se respetaron, dijo Antonio Salazar, quien invirtió $us 60 mil en la compra de su departamento, pero ahora calcula que puede costar menos de $us 30 mil. “Saqué la ropa de mis niños y cosas que necesito para mi trabajo. Esto es muy doloroso”, señaló Rodolfo Paz, otro de los afectados. Para el operativo de ayer se desplegaron cerca de 80 funcionarios de la Alcaldía, 60 policías y más de 20 bomberos. Hoy se desplazará al lugar a similar cantidad para la segunda jornada.
Otros datos sobre la evacuación
Sábado
Hoy desde las 08.30, 87 familias también recogerán objetos más necesarios y ropa; tendrán también 15 minutos, que se cuentan desde que se ingresa a los departamentos.
Mezzanine
La DEGIR analiza la posibilidad de que el domingo las personas que trabajaban en las oficinas y locales comerciales de El Alcázar evacúen pertenencias. En los garajes aún hay una decena de vehículos.
15 minutos para el rescate de objetos
Rescatamos los pasaportes: Carlos Zárate, inquilino en la torre Córdoba
Vivía tres meses bajo alquiler. Con mi familia rescatamos los pasaportes, porque somos de Perú y volveremos. Retornaremos a La Paz en un par de días porque nuestros muebles se han quedado. Estamos en un hotel y para cancelarlo nos prestamos dinero.
Saqué alimentos del refrigerador: Carlos Sanjinés, anticresista hace tres años
Estoy en anticrético. Rescaté ropa, alimentos del refrigerador y un documento importante. No podíamos bajar más, hay que ser respetuosos con lo dicho. Con mi madre estoy donde unos amigos. No creo tener problemas con el dueño para que me devuelva el anticrético.
Nunca se aumentó otro piso: Mario Virreira, ministro de Minería
Hago la aclaración pública, que se aumentó un piso hacia arriba es falso. Este edificio siempre tuvo 18 pisos, soy copropietario hace 18 años, nunca se aumentó otro piso hacia arriba y tengo los planos. Invertí aproximadamente $us 120 mil.
15 minutos es muy poco: Carmen Rivera, de la torre Granada
¿Por qué no me autorizan a sacar todo? Quince minutos es muy poco, vamos a tener que incurrir en otros gastos, alquilar otro cuarto. ¿Voy a comprar otra cama si ya tengo una?, ¿alquilar otro comedor para comer? Vamos a perder todo si se cae el edificio.
Aunque duela, tenemos que salir: Alexandra Rodríguez, copropietaria
Aunque nos duela mucho —porque tenemos cosas, nuestros muebles y más—, tenemos que aceptar salir del edificio, porque peligra nuestra vida. Recogí la ropa de mis niños, de mi esposo y mía, algunas cosas que nos han costado, por el tiempo.
Quisiéramos volver a vivir: Afectada que no quiso identificarse
Nos gustaría volver a vivir aquí (el edificio) si se dan las condiciones, hay una buena ubicación. Es triste lo que pasa, estamos además un poco asustados. Me estoy quedando donde mis papás. Dejé mis muebles, fotografías y algunos documentos.
Testimonios de los damnificados
El Diario, La Paz
Desesperación por ingresar hasta los departamentos. Se tuvo muy poco tiempo para pensar qué era lo indispensable y qué se debía dejar.
LUZ ALFARO
“Estoy unos doce años en el edificio, recuerdo que hubo un movimiento sísmico hace diez años, se rajaron las paredes no en gran magnitud pero se rajaron, paso el tiempo y no advertimos nada. Yo soy anticresista y ahora estamos negociando con la dueña un arreglo en base al reconocimiento de firmas.
No sabemos si habían planos o no, eso también es parte responsabilidad de los copropietarios que no exigieron que los documentos estén en regla. Yo tengo mi peluquería porque necesito trabajar y espero que las autoridades nos dejen sacar nuestras cosas, porque tenemos una inversión, ahora hemos podido ver que se ha rajado las paredes en la parte norte de la torre Córdoba.”
ROSARIO CALLISAYA
“Tengo mi almacén, habito este lugar hace cuatro años. Realmente no sabíamos que existía peligro, ni lo sospechábamos cuando alquilamos el lugar. En la Torre Córdova que es la que habito, jamás se presentó problema alguno hasta el día que se rompió el cimiento. Ahora estamos esperando que arreglen el edificio y que nos convoquen para hacernos conocer un arreglo justo. Es mucho perjuicio, por ejemplo yo estoy perdiendo mucho dinero porque dentro de mi almacén tengo productos que fenecerán en fecha. Eso es irrecuperable”.
NORMA ARISPE
“Nos gustaría sacar todos los equipos, tenemos documentación, pero dice que el día domingo debemos venir, nos darán una hora y tal vez podamos sacar más cosas. Personalmente yo quiero recuperar mi documentación y algunos instrumentos, tengo muebles, que no se pueden sacar. Es una pena”.
RODOLFO PAZ
“Lo más importante que logré sacar al ingresar a mi departamento fue la ropa de los niños y el material de trabajo. Es lamentable. A uno se le hace muy difícil aceptar estos errores de terceras personas que perjudican a mayorías. Es muy doloroso lo que estamos pasando; da mucha pena, no hay más palabras. No le quiero comentar porque duele y me siento mal, ahora empiezan los problemas internos en la familia”.
Ministro Virreira también sacó sus enseres personales
El ministro de Minería, Mario Virreira, que es vecino del edificio El Alcázar, también sacó “lo esencial”, ropa y documentos.
“Desmiento que se haya utilizado personal del Ministerio o la Policía para evacuar mis pertenecías, en este caso estoy recibiendo el mismo tratamiento que todas las personas, ni más ni menos”, aseguró la autoridad.
El ministro Virreira vivía en el penthouse del edificio que lo habría adquirido hace diez años a un precio de $us 150 mil.
Desde la noche del lunes, 17 de diciembre, cuando todas las familias tuvieron que dejar el edificio por la ruptura de uno de los cimientos, el Ministro abandonó su techo para precautelar su vida y la de sus familiares.
Entonces, trascendió que entre la noche del martes y el miércoles se observó a gente que sacó varios objetos del penthouse del ministro Virreira, pese a existir una prohibición para ingresar al inmueble que está bajo resguardo policial.
Según declaraciones a radio Panamericana, Mario Virreira se encuentra alojado en la casa de un familiar y sólo tenía en su poder su maletín con documentos.
Además desvirtuó algunos “comentarios mal intencionados” que afirmaban que el Ministro habría realizado modificaciones en su penthouse, lo que habría provocado el problema de desestabilización.
Afirmó que “es uno de los copropietarios más antiguo y que desde 1999 siempre respeto la estructura original con la que adquirió el inmueble”. (El Diario)