Amnistía política en Bolivia

presos-politicosEl gobierno de Evo Morales acaba de dictar un indulto que alcanzará a 500 presos comunes, lo que permitirá que muchas de estas personas se reencuentren con sus familias en las fiestas de fin de año. Sin embargo, la medida no se extiende a los más de 50 presos políticos del país.Ambas medidas (indulto para presos comunes y amnistía para detenidos políticos) han sido planteadas por la Iglesia Católica, pero hasta el momento no existen señales desde el gobierno de considerar en lo más mínimo la segunda posibilidad.Además de las decenas de encarcelados por motivos políticos, existen centenares de exiliados por la misma razón, que han visto sus vidas cercenadas de su medio geográfico y social a raíz de la persecución estatal.Especialmente grave ha sido la salida del país de unos 900 ciudadanos cuando el régimen dispuso la militarización del departamento de Pando, muchos de los cuales permanecen refugiados en las ciudades de Brasilea y Epitaciolandia.Se trata de una crisis de derechos humanos sólo comparable a las sufridas en tiempos de dictaduras militares o a la padecida por el pueblo cubano.Incluso en Venezuela, cuna del modelo neo-autoritario, Hugo Chávez tuvo el mínimo gesto de permitir la liberación de presos políticos con problemas de salud, quizás por reflejo de su propia enfermedad.En la Bolivia evista, ni siquiera eso.Ahora, que el escándalo de la red de extorsión puso al desnudo los manejos gubernamentales para torcer la justicia, queda muy poco por discutir en torno a la condición de los detenidos políticos. La arbitrariedad es más evidente que nunca.En vistas de que la prisión se ha vuelto el destino de muchos de los altos funcionarios caídos en desgracia en las últimas semanas, quizás sea tiempo de que otros de los que continúan al mando del Estado comiencen a reflexionar sobre el tema en profundidad.La amnistía puede ser un instrumento para iniciar un proceso de reconciliación nacional, no sólo por humanidad, sino por su propio pellejo…[email protected]