Nadie ha conseguido vencer a Frankel en los últimos dos años. Desde su debut en agosto de 2010 ha cosechado un récord de 14 victorias en otras tantas carreras que le han convertido en una leyenda, uno de los caballos de competición más laureados de todos los tiempos.
El pasado 20 de octubre compitió por última vez en el famoso encuentro hípico de Ascot, en Inglaterra, y cerró su brillante periplo por los hipódromos llegando el primero a la meta, como no podía ser de otra manera.
En los últimos 100 años únicamente un caballo ha conseguido mejores registros que Frankel. En la década de los años 50, Ribot, un precioso ejemplar negro de raza británica, venció 16 carreras seguidas y se retiró imbatido.
El éxito de Frankel le ha reportado a su dueño, el príncipe saudí Khalid Abdulla, nada menos que tres millones de euros en premios. El valor de mercado de este imponente purasangre marrón con una característica mancha blanca en el hocico y ‘calcetines’ en las patas es, según los expertos, de 160 millones de euros.
Un retiro dorado
Tras una carrera inmaculada, Frankel disfruta ya de su jubilación en los establos de Banstead Manor en Suffolk, el mismo lugar en el que nació en 2008. Allí seguirá haciendo rico a su dueño como semental. Cada yegua que cubra el campeón se pagará a precio de oro: 150.000 euros.
El desorbitado precio no parece impedimento suficiente para los criadores que esperan que Frankel les ayude a engendrar un futuro campeón de leyenda. Sólo el año que viene cubrirá a 130 yeguas, lo que dejará en las arcas del príncipe Khalid Abdulla nada menos que 19,5 millones de euros, casi 10 veces más de lo que consiguió con sus victorias sobre las pistas.
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