Gran Bretaña respeta el acullico pero dice que la despenalización provocará aumento de la coca

El embajador de Gran Bretaña en Bolivia, Ross Denny, asegura que su gobierno respeta el acullico porque es una práctica muy antigua de la cultura del país, pero advirtió riesgos ante una eventual despenalización.

image Campesinas de Bolivia mastican coca en una jornada del acullicu. Foto archivo Página Siete

En 2011, Bolivia denunció la Convención de Viena sobre estupefacientes porque considera a la hoja de coca como una droga.  El 1 de julio de esa gestión anunció su retiro del acuerdo para que se concrete desde el 1 de enero de 2012 mediante una readhesión desde 2013, con reparos sobre la coca.



El presidente Evo Morales envió el 31 de noviembre de 2011 a la Organización de Naciones Unidas una nota de adhesión y reserva firmada que señala que "el requisito de la Convención Única (relativo a) ‘que la masticación de hoja de coca debe ser abolida’ es incompatible con el artículo 384 de la Constitución de Bolivia, que protege la coca como parte de su patrimonio cultural y establece que la coca en su estado natural no es un estupefaciente".

Los países miembros de la Convención de Viena sobre estupefacientes, hasta enero, deben decidir si apoya o rechazan el pedido de despenalización del masticado de la hoja de coca.

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El diplomático Denny indicó que “todos respetamos la práctica tradicional del acullico, tenemos mucho respeto para esa posición, respetamos los esfuerzos que está haciendo el gobierno de Bolivia contra la producción excedentaria de coca”.

Sin embargo, una posible despenalización de hoja verde podría traer provocar el incremento de la producción de coca. “Las preocupaciones que algunos países (de la convención) tienen es que con una salida y entrada de nuevo (de Bolivia), con una reserva, puede ser un incentivo para el aumento de producción (de coca), porque sería ir contra todos los esfuerzos que se estaría dando aquí (Bolivia)”.

En la misma línea Timothy Torlot, jefe de la Delegación de la Unión Europea (UE) en el país en reemplazo de Kenneth Bell, quien concluyó en agosto su misión tras cuatro años de trabajo, dijo que “hay riesgo” de que Bolivia sea aceptada con reserva sobre el pijcheo.

Pero que “se trata de casi 200 países independientes que toman sus decisiones, bueno la Unión Europea, como Unión no tiene política en esto (…) no hay una posición europea, depende de los países miembros”, sostuvo.

Es por esta razón que el tema es un asunto complicado para muchos países, por eso que hasta ahora no han “publicado su posición”, explica, Denny.

Todos países que son parte de la Convención tiene que tomar una decisión que se deberá conocer “a finales de enero, cuáles son sus opiniones”, concluyó.

La Paz, 20 de diciembre (Oxígeno).