El culto a la personalidad suele llegar a extremos risibles, sin duda. Prueba inmejorable de esto es el libro presentado por un galeno cubano, el Dr. Orestes López, dedicado a la “rodilla de Evo”.Muchos recordarán la rodilla presidencial como una verdadera metáfora de su prepotencia, a raíz del partido en el que abusó de sus extremidades inferiores y de su investidura contra otro de los jugadores. Sin embargo, en la visión del Dr. López, la rodilla cocalera se transforma en un símbolo de “dignidad”, luego del tratamiento al que fuera sometido el mandatario en la clínica Los Olivos. Según el ex ministro de comunicación Iván Canelas, que no parece haber encontrado mejor oficio desde su alejamiento del gabinete que el de comentarista de tal panfletería, “este libro es diferente, inédito, peculiar (…) es una gran crónica periodística, es una linda historia para contarla a niños, jóvenes y adultos”. Cuenta la historia que un dictador mexicano, el mariscal Santa Ana, mandó rendirle honores de Estado a su brazo, luego de perderlo durante una batalla.Ya que se piensa despilfarrar varios millones de dólares en la construcción de un museo en homenaje a Evo, ¿por qué no dedicarle un ala del mismo a la rodilla presidencial, además de un monumento en la Plaza [email protected]