La Paz. Lancha con 26 personas naufraga en el Titicaca; rescatan vivas a 9. Se combinaron una falla del motor, sobrecarga, oleaje y un lanchero ebrio.
Fallecidos. Los cadáveres rescatados del Titicaca fueron trasladados a la capilla de la iglesia de Suriqui. Foto: Pedro Laguna, La Razón
Crónica de un drama en el que murió un primo del canciller
Algunos de los nueve sobrevivientes vieron la agonía de sus familiares sin poder ayudarlos, según los testimonios.
El Deber, La Paz
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Gritos de desesperación se escuchaban en la plaza de la isla Suriqui. Algunos maldecían en aimara al lago, odiaban al pueblo por la desgracia y exigían que se recuperen los cuerpos perdidos. Los sobrevivientes apenas podían hablar, mientras relataban cómo habían visto morir a sus seres más queridos.
Los familiares de Celestino Cruz Choquehuanca, el primo del canciller David Choquehuanca, no podían creer que perdieron al hombre, al profesor dedicado que tenía cargo de director distrital de Puerto Pérez.
El profesor Rigoberto Pari fue uno de los que vio agonizar a sus familiares sin poder ayudarles, estaba en la embarcación junto a su esposa y sus dos hijas. Otro hombre también lloraba desconsolado, porque pese a que su hermana rogaba que la salvaran, no pudo alcanzarla y se ahogó.
Un sobreviviente de la tragedia del Titicaca cuenta detalles del hecho
Rigoberto sabe nadar y eso le salvó la vida de milagro. Cuando la embarcación se volteó, contó entre lágrimas: “Buscaba a mis hijas y a mi esposa, quería salvarlas, pero con la oleada tan fuerte. El lago se ha llevado a toda mi familia”.
Guido Quispe Condori, otro profesor, confesó que había recogido todas sus cosas y se iba definitivamente del lugar. Partió con su hermana, que trabajaba como enfermera en la población. Su apuro por partir lo llevó sin saberlo a la desgracia. Él no logró alcanzarla y ella murió.
Se salvó de milagro
Yovana Yujra, profesora de lenguaje, que acababa de terminar su primer año en la isla de Suriqui, tuvo algo más de suerte. Terminó su año de provincia. Llegó en abril, pensaba quedarse dos años en ese lugar, pero ahora solo quiere irse.
Mientras estas personas contaban su testimonio, familiares de los desaparecidos pedían información, no podían creer que sus seres amados estuvieran en el barco. El destino fue implacable con algunos, pero dejó también vivir a otros para que den testimonio de esta desgracia
HISTORIAS
Celestino Cruz Choquehuanca
Primo del canciller
Falleció en la tragedia
El director distrital de Puerto Pérez, Celestino Cruz Choquehuanca, primo hermano del canciller David Choquehuanca, fue una de las personas que pereció en la tragedia de Suriqui. Cuentan que fue uno de los invitados de lujo que tuvo la graduación del Colegio 16 de Julio. Los profesores lo llevaron para que presencie el acto y como tenía que volver contrató una balsa de Huatajata, porque los de la Isla estaban de fiesta. El profesor se subió con el resto de sus colegas. La familia de Cruz Choquehuanca velaba el cuerpo en la iglesia a la espera de que les entreguen los certificados para sacarlo de la isla. En el otro frente, Huatajata, los familiares y vecinos esperaban la llegada de los dolientes. Los concejales de Puerto Pérez declararon duelo en la región.
Casiana Luque
ESPOSA DE UN PROFESOR DESAPARECIDO
Busca desconsolada
Entró en la iglesia de Suriqui, revisa los 11 cuerpos que yacen en el piso del templo y no encuentra a su esposo, el profesor Fulgencio Limachi, que desapareció luego de haberse hundido la balsa. Casiana Luque dejó a su pequeño hijo en La Paz y fue a buscar a su compañero tras enterarse de la desgracia. Al no encontrarlo en la iglesia salió a la plaza y buscó entre los habitantes que la miraban con impotencia; ella preguntó con desesperación y nadie le dio una respuesta. “Mi esposo estaba trabajando aquí, dice que ayer era la graduación y ahora ha desaparecido. Apenas hemos encontrado su chamarra y su mochila. Me ha dejado a mí y a nuestro hijo; quiero que me devuelvan a mi esposo, encuentren el cuerpo”, grita al viento. Hasta anoche, no se lo pudo encontrar.
Alberto Corani
Hijo de una mujer fallecida
Su padre sobrevivió
“Encontré a mi mamá dentro del barco. Estaba su cuerpo junto a toda la carga de esa lancha”, dijo Alberto Corani, que junto a otros familiares fue en busca de los hundidos en el lago. Los padres de Alberto son de la isla Suriqui, aunque viven en la ciudad de La Paz. Ellos llegaron a la graduación de una sobrina. Luego de la fiesta intentaban volver a la ciudad. El padre de Alberto se salvó porque saltó del barco. “Resulta que el director distrital había contratado una lancha pequeñita de Huatajata, parece que el conductor también estaba mareado. Mi papá me contó que le dijo al conductor que se iba a bajar, pero el conductor le respondió que no”, dijo.
Corani pide que se castigue la irresponsabilidad del conductor que, según él, provocó las muertes en el lago Titicaca.
Lancha con 26 personas naufraga en el Titicaca; rescatan vivas a 9
Tragedia. Se combinaron una falla del motor, sobrecarga, oleaje y un lanchero ebrio.
La Razón / Isla de Suriqui
“¡Ayudame, nos estamos hundiendo!”. Ésta fue la demanda de auxilio de Joaquina Quispe C. (19) a su amiga Wilma Mauricio a través del celular. La lancha a motor con 26 personas a bordo naufragó en el Titicaca y la joven es una de las 11 ahogadas.
“Yo iba detrás de ella en otro bote. Era una buena amiga, estudiamos Enfermería y habíamos terminado nuestras prácticas en el centro de salud de Suriqui, sólo vinimos a recoger algunas cosas”, contó Mauricio en medio de lágrimas. Aún hay otras seis personas desaparecidas tras la tragedia.
La lancha, que se dirigía de la Isla de Suriqui a Huatajata, La Paz, naufragó a mitad del trayecto entre las 18.40 y las 18.45 del martes, en un sitio en que el Titicaca tiene una profundidas de 50 m. La embarcación tenía capacidad para 20 personas, pero llevaba a 26, y algunos pasajeros transportaban alimentos y frazadas.
Nueve de los náufragos fueron rescatados con vida de las frías aguas del lago y ayer se recuperaron 11 cadáveres, tres de niños. Cerca de las 18.30 del martes, tras celebrarse la fiesta de la promoción Porfirio Limachi del colegio 16 de Julio en la Isla de Suriqui, que pertenece a la jurisdicción del municipio de Puerto Pérez, profesores del colegio y visitantes abordaron la lancha.
Era la última que partía de la isla hacia la ribera del lago y por ello los 25 viajeros se apretujaron con la carga, pese al riesgo del sobrepeso y el fuerte oleaje. “El 70% eran profesores. También había comerciantes. La barcaza que tomaron era la última que iba a salir, por eso hubo exceso”, dijo el comandante 4° Distrito Naval, capitán Pablo Cardona.
Los fallecidos son Teófila Canqui de Pari, Isabel Apaza, Epifania Quispe Tarqui, Pedro Vega (director de la Unidad Educativa Cumaná), Paulina Quispe Limachi, Celestino Cruz Choquehuanca (director distrital de Puerto Pérez y primo del canciller David Choquehuanca, según Erbol), Joaquina Quispe Condori, Marcela Suxo de Corani, Michel Pari Canqui (4) Jimmy Quispe Limachi (1), Jamil Quispe Limachi (niño de edad no determinada). El suceso, informó el presidente del Concejo Municipal de Puerto Pérez, Marcelino Durán, ocurrió a unos nueve kilómetros de la isla.
El profesor Rigoberto Pari, quien sobrevivió, aunque perdió a su esposa y a sus dos hijos en el naufragio (uno está desaparecido), relató que a mitad del trayecto el motor se apagó y las olas empezaron a ingresar por la popa. Como no había baldes, los pasajeros recurrieron a sus zapatos para sacar el agua. El lanchero —Alberto Quispe, de quien se dice que estaba ebrio y ha sido aprehendido— encendió nuevamente el motor, pero la nave se volcó y sus ocupantes cayeron al agua. Con una temperatura de 10°C, las 26 personas pedían auxilio a gritos. “Intenté dar la vuelta el bote, pero no tenía fuerzas”, dijo ayer el profesor Pari.
Las ocho personas que no pudieron abordar esta lancha y se quedaron en Suriqui tuvieron suerte. Otro lanchero accedió a trasladarlos a Huatajata y partió 20 minutos después. En esa embarcación viajaba Mauricio y fue esta nave la que rescató con vida a nueve de los náufragos. Los llevaron a Suriqui y retornaron. Encontraron a otras tres que ya habían fallecido.
Rescate. Cerca de las 05.00 de ayer, 35 comunarios en cinco botes fueron a ayudar en el rescate y cuando desvolcaron el bote se dieron cuenta que debajo había nueve cadáveres. Los viajeros se habían amarrado con sogas a la lancha con la esperanza de flotar y no ahogarse. El capitán informó que la causa de la muerte fue por ahogamiento y por hipotermia. Por la tarde, los cuerpos permanecieron en la capilla de Suriqui y luego fueron trasladados a Huatajata y Tiquina por familiares.
“Nosotros los salvamos, la Marina llegó como a las 10.00 de hoy (ayer)”, afirmó uno de los viajeros de la segunda nave. El capitán Cardona aseguró que acudieron al lugar a las 21.00 del martes y dijo que la tarde de hoy continuará el rescate porque la Naval en la mañana tiene un acto oficial.
4 fallas de seguridad ocasionan la tragedia
“No teníamos chalecos salvavidas y tampoco sabían nadar todos”, dijo el profesor Rigoberto Pari, uno de los nueve sobrevivientes del naufragio de la lancha a motor en el lago Titicaca. Esta es una de las cuatro fallas de seguridad identificadas en esta tragedia. Las capitanías de puerto a cargo de la Naval no hacen el control en las islas, la lancha había excedido su capacidad por la cantidad de pasajeros y carga que llevaba y, además, el piloto estaba ebrio.
Según la Ley de Capitanías de Puerto —Guaqui y Tiquina, en el caso del Titicaca— deben realizar los controles a transportistas fluviales, pero en las islas y otros muelles secundarios no hay control, como confirmó el presidente del Concejo edil de Puerto Pérez, Marcelino Durán, municipio al que corresponde la Isla de Suriqui.
Fondeado. En abril de 2011, la Gobernación planteó la posibilidad de construir tres puentes que unirían Kehuaya y la Isla de Suriqui (3.000 metros); Suriqui y la Isla de Taquiri (2.800 metros) y Taquiri a Santiago de Oje; sin embargo los barqueros y lancheros del estrecho de Tiquina se opusieron y amenazaron con bloqueos.
La posibilidad de instalar un puesto de Suriqui “no es viable por las pocas unidades que existen y pocas embarcaciones”, dijo el capitán Pablo Cardona, de la Naval, quien ofreció “patrullaje y más controles”. Ediles de Suriqui anunciaron una ordenanza para obligar a los lancheros a cumplir la norma. “El subalcalde y el corregidor deben hacer el control, pero estaban viendo la graduación”, dijo un concejal.