Dos estudiantes de la Universidad Gabriel René Moreno fueron enviados a la cárcel de Palmasola por orden del juez Carlos Martín Camacho tras ser imputados por violación agravada a una de sus compañeras.
Se trata de Max Miguel Ortega y de Óscar Fernández Toledo, que negaron la comisión del delito. La fiscal coordinadora de la Unidad de Víctimas Especiales (UVE), Francisca Rivero, llevó a los estudiantes ante un juez junto a su docente. Fundamentó que los estudiantes y su docente fueron descubiertos in fraganti en un motorizado abusando sexualmente de la joven, de 20 años, que estaba bajo los efectos de un fármaco, que, al parecer, le suministraron. Agentes de la Policía Montada descubrieron el caso y lo derivaron a la Unidad de Víctimas Especiales.
Según las pesquisas, el docente, que tiene 90 alumnos y de los cuales reprobó 54, comunicó a la joven que también se aplazó. Fue así que ella decidió juntarse con su catedrático, que la esperó con los otros.
Fue subida a un vehículo y después se desvaneció. La fiscal pidió al juez la detención preventiva al considerar que se trata de violación agravada, de acuerdo con las pruebas acumuladas; sin embargo, el juez otorgó medidas sustitutivas a favor del docente, con el fundamento de que tiene familia conocida y trabajo.
La fiscal Rivero apeló el fallo en la audiencia, al considerar que los tres imputados tienen la misma participación porque existen suficientes pruebas en su contra. Exámenes Se sacó muestras de la víctima para enviar a laboratorio. Rivero dijo que la joven tenía dinero y al parecer quería pagar para que no la aplacen.
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Fuente: Red Uno, El Deber
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