Desmienten logro de Evo y recuerdan que respeto al masticado de la coca data de 1988


El Gobierno de Bolivia festejó la despenalización del ‘acullico’ con concentraciones de cocaleros, mientras exautoridades recuerdan que este supuesto logro tiene sus antecedentes en la gestión del entonces canciller Guillermo Bedregal en 1988 y la exposición del presidente Jaime Paz Zamora en 1992 en la Cumbre Iberoamericana de Madrid en España.

Evo Morales expresó que desde la fundación del Estado colonial en 1825 “el pueblo boliviano gana en todo el mundo para hacer modificar convenios internacionales”.

El portavoz del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), Luis Eduardo Siles, recordó que la legalización del masticado de coca está vigente en el país desde hace 24 años atrás. “El Presidente dice que nunca antes un Gobierno había abogado la despenalización de la hoja de coca ante organismos internacionales, pero recordemos que ya algunos presidentes, como Jaime Paz Zamora y el excanciller Guillermo Bedregal, debatieron este tema ante la ONU, entonces de que es un logro sólo del presidente Evo Morales, es simplemente un show que él está haciendo”, señaló Siles.



“Lo que el Gobierno no dice es que antes de que se hubiera cumplido ese plazo, el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro encomendó a un grupo de juristas y diplomáticos, presidido por el Dr. Huascar Cajías, equipo del que formé parte, reparar ese error y evitar, conforme al Derecho Internacional, la obligación de ilegalizar el masticado de la hoja de coca” señaló el exviceministro, Jaime Aparicio. (El Diario)

MNR desmiente logro del Gobierno y recuerda que respeto al masticado de la coca data de 1988

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La jornada del acullicu sirvió para que las autoridades hablen de logros y triunfos internacionales. El masticado de la hoja seguirá como siempre en el país.

El supuesto logro de la administración del presidente Evo Morales tiene principalmente dos antecedentes que apuntaron al respeto del uso tradicional de la hoja de coca. En 1988 la gestión del entonces canciller Guillermo Bedregal y la exposición del presidente Jaime Paz Zamora en 1992 en la Cumbre Iberoamericana de Madrid en España y luego en la Organización de Naciones Unidas (ONU) son muestra de aquello.

Ante el festejo que realizó el jefe de Estado junto a diferentes productores de la hoja de coca en Cochabamba y en La Paz tras la readmisión de Bolivia a la Convención de Viena de 1961 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre estupefacientes, con reserva del masticado de la hoja de coca o ‘acullicu’, el portavoz del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), Luis Eduardo Siles, recordó que la legalización del masticado de coca está vigente en el país desde hace 24 años atrás.

Dio a conocer que Jaime Paz Zamora fue uno de los presidentes bolivianos que abogó la aprobación del uso tradicional del recurso natural en el país, ante la Cumbre Iberoamericana de Madrid en 1992, llegando a la capital española con una hoja de coca en la solapa para hacer comprender que “una cosa es la cocaína, que es mala, y otra es la hoja de coca, que es buena y originaria” y su célebre frase “la coca no es cocaína”.

“El Presidente dice que nunca antes un Gobierno había abogado por la despenalización de la hoja de coca ante organismos internacionales, pero recordemos que ya algunos presidentes, como Jaime Paz Zamora y el excanciller Guillermo Bedregal debatieron este tema ante la ONU, entonces de que es un logro sólo del presidente Evo Morales es simplemente un show político que él está haciendo”, señaló Siles.

El Gobierno decidió denunciar a la Convención de Viena de 1961, cuando el canciller David Choquehuanca dijo “denunciar el acuerdo significa defender nuestra cultura, que podamos seguir practicando nuestra cultura”, recordó el exviceministro de Relaciones Exteriores, Jaime Aparicio Otero, en una de sus publicaciones.

Explicó que esta Convención, a la que Bolivia se adhirió en 1973, incluye en su lista la hoja de coca como estupefaciente y contempla una cláusula en la que los países se comprometían a ilegalizar internamente el masticado de la hoja de coca en un plazo de 25 años, a partir de la entrada en vigor del Tratado en el país firmante, es decir desde 1998.

“Pero lo que el Gobierno no dice es que antes de que se hubiera cumplido ese plazo, el gobierno de Víctor Paz Estenssoro encomendó a un grupo de juristas y diplomáticos, presidido por el Dr. Huascar Cajías, equipo del que formé parte, reparar ese error y evitar, conforme al Derecho Internacional, la obligación de ilegalizar el masticado de la hoja de coca” señaló el exviceministro del primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

A mediados de los años 80, Aparicio señaló que se iniciaba un proceso de negociación en Viena para una nueva Convención, complementaria a la de 1961, la misma que fue aprobada en 1988. En esas circunstancias, Bolivia adoptó la estrategia de negociar que la Convención de Viena de 1988 reconozca que en algunos países existe el uso tradicional de la hoja de coca.

El artículo pertinente de la Convención de Viena de 1988 estableció: “Cada una de las partes adoptará medidas adecuadas para evitar el cultivo ilícito de las plantas que contengan estupefacientes o sustancias psicotrópicas, tales como las plantas de adormidera, los arbustos de coca y las plantas de cannabis, así como para erradicar aquellas que se cultiven ilícitamente en su territorio. Las medidas que se adopten deberán respetar los derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica, así como la protección del medioambiente.”

Aparicio explicó que este párrafo que rescató el uso cultural de la hoja de coca fue negociado por Bolivia en una activa acción diplomática que permitió que el canciller de ese tiempo, Guillermo Bedregal, sea elegido Presidente de la Conferencia que negoció y aprobó la Convención de 1988.

”Además, Bolivia opuso una reserva en esa Convención, declarando que, en su territorio, será legal el uso tradicional lícito de la hoja de coca. Por eso se pudo establecer legalmente en Bolivia áreas de cultivos legales en zonas tradicionales como los Yungas, y cuyos cultivos no fueron objeto de reclamo de la Junta Internacional de Estupefacientes de la ONU (JIFE)”, finalizó.

Precisamente fue la JIFE la que observó en marzo de 2008 al masticado de la hoja de coca e incluso al mate de coca, situación que provocó la reacción de la administración de Evo Morales, pero excluyente de la Convención de Viena de 1961.