El régimen populista de Evo Morales ha concentrado su artillería en las elecciones para gobernador que tendrán lugar este domingo en Beni.
El “armamento” oficialista incluye la partidización del Tribunal Departamental Electoral (TDE) y un profuso derroche clientelista costeado directamente por el Estado a favor de la candidata del MAS, la ex miss Bolivia Jessica Jordan.
En el primer punto, se sabe que la vicepresidenta del TDE, Jenny Suárez, es la esposa del jefe de campaña masista en Trinidad, José Luis Rivero.
Suárez ha sido la encargada de descartar las denuncias opositoras contra Jordan, acusada de violar la normativa electoral que prohíbe a los candidatos participar en eventos gubernamentales.
Dándole carta blanca al ventajismo electoral, la vicepresidenta del TDE anunció que la postulante oficialista es “libre de asistir a donde quiera”.
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Igualmente, se conoce que el presidente del TDE, Carlos Ortiz, fue delegado de Jordan en una elección anterior.
Completando el panorama, el Tribunal Supremo Electoral acaba de establecer que no habrá veedores extranjeros en la votación del Beni, con lo cual las fallas en la transparencia quedarán ocultas para la comunidad internacional.
Vista la situación, las elecciones benianas serán una pulseta entre el método chavista de distorsión del voto y la verdadera voluntad popular…