El ‘Presidente’ Roca Alí, un narcotraficante de dos vidas


Informes policiales y de la cárcel de Mocoví dicen que el poder y el dinero le daban privilegios para hacer andar el negocio del narco. Pero su familia dice que no tenía recursos y que es muy bueno.

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El hacinamiento hace que en esta cárcel los detenidos vivan en malas condiciones.



El Deber, Santa Cruz, Bolivia

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De Marco Antonio Roca Alí, alias el Presidente, se dice de todo en Trinidad. Se dice, por ejemplo, que amparado en su cargo de procurador de los presos en la cárcel de Mocoví, se ausentaba hasta 48 horas para pilotear avionetas cargadas con cocaína y que operaba con la venia de policías y de otras autoridades del penal, allí purgaba una sentencia de 16 años por tráfico de sustancias ilícitas. Pero la gente de su inmediato entorno, su esposa y su suegra que viven en un hangar, dicen que es una falacia afirmar que él es un pez gordo del narcotráfico y que literalmente no tiene dónde caer vivo, que no cuenta con avionetas y que la única motocicleta en la que se movía por la ciudad, con su escolta de pasajero, era prestada.

Pero lo seguro de todo es que Roca Alí, hermano menor del ex narcotraficante Jorge Roca Suárez (Techo de Paja), y sobrino de Roberto Suárez Gómez, el rey de la cocaína, fue capturado junto a otras personas el sábado 10 de noviembre por agentes paraguayos antidrogas, con 1.748 kilogramos de cocaína en cinco avionetas. Inmediatamente se supo, la noticia generó un escandaloso debate en Trinidad. El Ministerio Público empezó una cacería de mandos bajos en la Policía y en el hangar-casa de los familiares del ‘Presidente’, la esposa lloraba de impotencia, de rabia y de injusticia. “Ahora todo el cargamento se lo echarán a él, mientras la otra gente estará libre”, dijo la suegra a EL DEBER.

Dentro de Mocoví   

La celda que ocupaba Roca Alí ahora ahora tiene a otro preso. Son en realidad dos cuartos, en el más pequeño estaba su cocinilla y un frigo bar donde guardaba sus refrescos para soportar las altas temperaturas benianas. En el otro, en el fondo, estaba su cama de dos plazas y un ventilador de techo. Todos esos objetos fueron llevados a la casa de su esposa. Mocoví tiene una capacidad para 60 personas, sin embargo, ahí viven 375 reos, muchos en condiciones lamentables.

Afuera, en el pequeño patio de la cárcel, la ausencia del Presidente es motivo de conversaciones. Entre otras cosas, dicen que su labor de procurador consistía en salir de lunes a viernes, de 7:00 a 19:00 y hacer trámites a favor de los presos que quedaban encerrados.

– Es un trabajo de mucha responsabilidad, dice un hombre que espera sentencia desde hace dos años y que para subsistir hace llaveros de cuero.

Otro recuerda que el Roca Alí  se levantaba en la mañana, hacía una reunión de orden disciplinario, se interiorizaba de los problemas y salía con un escolta, siempre en moto, en la moto que le prestaba su suegra.

– Si tenía acuerdo con guardia para no venir a dormir o para hacer otras cosas de día, él lo sabrá, dice otro preso que siente extrañarlo.

Él cree que es un absurdo que digan que Roca Alí se escapó, porque no era la primera vez que salía de Mocoví y que volvía cuando le daba la gana. “Es seguro que el presidente pensaba volver, su mala suerte fue que lo agarraron en Paraguay. Aquí dejaban que él salga y llegue a la hora que quería y resulta que ahora dicen que se escapó y solo detuvieron a unos policías de bajo rango”, enfatiza otro detenido que está aquí por la Ley 1008.

Mientras en de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en Trinidad, ponen sus ojos en Roca Alí como el cabecilla de una banda que operaba desde las entrañas de la cárcel, aquí adentro de Mocoví, hay voces que coinciden en que el hermano de Techo de Paja solo era el piloto de otros narcos porque en este negocio no es normal que viaje el dueño de la mercadería.  “Él estaba económicamente mal, incluso yo le presté dinero muchas veces”, dice un reo, amigo suyo.

Otro, que estuvo metido en negocios del narcotráfico, pone en tela de juicio la situación económica del Presidente, al decir que por llevar droga en avioneta al exterior, se gana entre $us 20.000 y $us 30.000.

Un efectivo de la Felcn, dice textualmente que Roca Alí tiene varias avionetas y un hangar en el aeropuerto de Trinidad.

En el hangar  

En uno de los hangares del aeropuerto de Trinidad hay una mujer que es la suegra de Roca Alí, y otras más joven y delgada, que es su esposa.

El 9 de noviembre, ambas vieron al ‘Presidente’ por última vez. Llegó a las 7:00, su escolta se quedó afuera, él entró, le dio un beso a su hija pequeña y dijo que ya volvía.

Al otro día, a las 6:00, cuenta la suegra, que llegó como un loco el escolta y vestido de civil gritó: ¿dónde está el presi, dónde está el presi? Y como vio que no estaba ahí, se fue.

“Yo pensé que lo mataron en Mocoví. Después nos enteramos que lo habían detenido en Paraguay”, cuenta la esposa, que dice que para ella fue una dura sorpresa porque no sabía que él estaba en esos asuntos.

Ambos se conocieron cuatro años antes. Él llegó al restaurante donde ella ayudaba a atender a su mamá y tras que lo vio quedó enamorada cuando tenía 19 años de edad. 

“No sabía nada de esto. Tampoco se lo íbamos a permitir porque logramos rehabilitarlo cuando se casó con mi hija. En aquel tiempo él era piel y hueso condenado, cargando solo las acusaciones”, dice la suegra, una mujer rubia, de cuerpo armónico y de voz fuerte.

Ambas mujeres dicen que este hangar no es del presidente, que un señor se los prestó para que estén de caseras, que el sobrino de Roberto Suárez no es dueño de ninguna avioneta.

En la cárcel, un preso cuenta que Roca Alí, se sentaba mirando al cielo y cuando pasaba una nave se le encendía la mirada y al que estaba a su lado le decía con una voz radiante: “Qué belleza, no?

Los datos   

1  Carlos Riverom Smit, preso en Mocoví, ejecuta el proyecto de ladrillería donde trabajan unas reclusos que producen entre 3.000 y 5.000 ladrillos por día.

2  El trabajo es útil porque genera estabilidad económica y social. Esta labor genera en sueldos Bs 1.200 diarios, dinero que se mueve dentro del recinto penitenciario.

Cifras    

200

Bolivianos

Gana el maestro albañil y lo   distribuye a sus ayudantes

1.200

Bolivianos

Es lo que ingresa cada día fruto de sueldos por fabricar ladrillos.