Este es el show

TinelliMarcelo Tinelli ya tenía todo planeado. En el mediodía de hoy iba a subirse a un avión privado para viajar desde Punta del Este, donde descansa en sus vacaciones, con destino a San Pablo. En la ciudad brasileña lo iba a esperar, a primera hora de la tarde, un alto dirigente del Corinthians. ¿El objetivo del cónclave? Afinar el lápiz partiendo de la oferta de 2.500.000 dólares por el 75% de la ficha del delantero ya realizada por el Ciclón (con la ayuda del mismo grupo inversor que en su momento acercó a Straccqualursi), y arreglar el traspaso definitivo de Juan Manuel Martínez a San Lorenzo. Pero a última hora de ayer, el vicepresidente del CASLA todavía no sabía si iba a subirse a ese avión o si, en su lugar, lo haría un amigo.

¿Por qué? Ante la avanzada del Ciclón en la negociación por el Burrito, Boca, a través de Adrián Ruocco, agente de Tevez y hombre con potestad de Angelici para negociar en su nombre, telefoneó a sus conocidos del Timao y les avisó que el Xeneize ya no ofrecería un préstamo por un año, sino alrededor de 3.000.000 de billetes estadounidenses a cambio de ese 75% que pretendía adquirir San Lorenzo. Y el arreglo se empiojó. “El único ganador en todo esto es el Corinthians, porque, con dos ofertas, sube el precio del jugador”, bufaron desde la cúpula de la dirigencia. Tanta molestia generó la nariz metida por Boca que, salvo que en la mañana de hoy Tinelli reciba un guiño del hombre de confianza al que tiene negociando con los dirigentes brasileños, no se subirá al avión. Sí lo hará un amigo en su nombre y del CASLA, para aprovechar la cita ya pautada, y porque, más allá de que Boca sea un rival de fuste, aún confían en darle un regalito de Reyes a Pizzi y a los hinchas.

San Lorenzo, de hecho, tenía planeado estirarse en los números. Y apenas haya una prueba de que la llegada del Burrito es tangible, Tinelli se subirá a ese avión y tratará de cerrar en persona la compra del jugador más codiciado de este mercado de pases. Mientras, en la cúpula de la dirigencia del Ciclón se rompen el coco tratando de hallar la ingeniería económica para, tras al menos igualar lo que ponga Boca en la mesa, hacer diferencia con el contrato del Burrito, aventajar a su rival en el u$s 1.200.000 que pretendería el punta. Pero, también, seducir más con la propuesta deportiva. Es que en Boedo ya están al tanto de que uno de los ítems que terminará de inclinar la balanza a la hora de que se decida por uno de los clubes es la garantía de continuidad, y en su puesto. Martínez sueña con ir al Mundial, y quiere ganar o perder el lugar en la lista de 23 adentro de la cancha. Sin preferencia por ninguna de las dos camisetas que pujan por sus goles y gambetas. Por ganar la vedette del verano. ABiaaaanchi…



Fuente: Olé