Dicen que el presidente Evo Morales “se extravió en su propio discurso. El efecto comunicacional fue totalmente adverso. Se sabe que una persona no puede soportar más de seis minutos un mensaje denso y pesado como el que se vio ayer”.
Expertos creen que no hubo comunicación con el pueblo
La transmisión del mensaje presidencial era obligatoria para los canales de televisión y para las radios. Los especialistas dicen que un discurso largo y aburrido espanta a los ciudadanos.
Muchos esperaron seguir con entusiasmo el mensaje del primer mandatario
El Deber, Bolivia
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Lo han dicho los expertos y también los ciudadanos comunes: El mensaje que dio ayer el presidente Evo Morales, comunicacionalmente fue un fracaso, un derroche verbal de cuatro horas sujeto al aburrimiento y un llamado al bostezo.
El comunicador y analista Julio César Caballero asegura que el discurso del primer mandatario fue lo menos comunicacional posible, no solo por su extensión, sino por la cantidad de cifras y de datos que no supo emitir de una manera clara a sus oyentes. “Morales se extravió en su propio discurso. El efecto comunicacional fue totalmente adverso. Se sabe que una persona no puede soportar más de seis minutos un mensaje denso y pesado como el que se vio ayer. El mandatario multiplicó con creces ese tiempo”, dijo el experto en comunicaciones, que admitió que él tampoco pudo terminar de verlo.
Las redes sociales saltaron
Los mensajes difundidos en las redes sociales saltaban a medida que Evo Morales hablaba y transcurría el tiempo. El periodista Marcelo Huanca Dorado puso: “¿Será que algún ciudadano boliviano aguanta una perorata, con tantas cifras que ofreció el presidente Evo Morales? No le habrán dicho sus asesores que un ciudadano no soporta más de 10 minutos de atención un discurso por más interesante que sea?”
Wara Ysabel fue corta, pero con carácter dijo: “¿Ya dejó de hablar el Evo? Extraño mi tele…” Percy Bustillos le respondió: “Puros números, ¿detrás estará algún matemático?”.
El analista Carlos Valverde no se estuvo con vueltas. En su muro del ‘Face’ colgó: “Dicen los que saben que hoy se batió el récord de ahorro de energía. El 80% de la gente apago sus televisores entre las 10 y media de la mañana y las 2 y media de la tarde. Alguien sabe por que?” Antes ya se había sincerado así: “Lo intente; lo juro. No pude seguir el mensaje de Evo Morales; no tiene idea de leer números. Si alguien lo entendió, por favor ‘traduzca’ . Digo, ya que es obligación pasarlo, no debiera el presidente obligarse a leer bien?”
Este año, los canales televisivos tenían, por norma, la obligación de transmitir el mensaje presidencial en su integridad. “Pero eso no garantiza que lo vean o que lo escuchen”, dijo Saúl Méndez, un ciudadano que ayer apagó su televisor y que salió con su familia a refrescarse a una plaza. “Yo no tengo televisión por cable. Para no volverme loco, tuve que salir de casa”, lamentó.
Estela Roca, ama de casa, que dijo ser ‘admiradora del proceso de cambio’, no dudó en revelar que cuatro horas son muchas, incluso para una persona afín al Gobierno. “La gente se aburre fácilmente”, lamentó esta ciudadana.
En un sondeo que EL DEBER hizo en el Cine Center a 10 personas, todas coincidieron en que ante la fama del presidente, de dar discursos largos y aburridos, lo más aconsejable es no verlo desde el principio hasta el final.
Al comenzar el discurso, Morales advirtió que el informe sería largo
El discurso acabó con el festejo en las plazas
Los militantes y dirigentes masistas que se congregaron en las principales plazas de las nueve ciudades capitales del país, para celebrar y seguir el discurso presidencial transmitido en grandes pantallas, fueron derrotados por el cansancio y comenzaron a abandonar el lugar unas dos horas antes de que Morales concluya sus palabras.
La reunión de militantes se realizó simultáneamente y la presencia de la gente no fue multitudinaria, incluso en la plaza Murillo de La Paz, que no se colmó de gente. En la plaza 24 de Septiembre, el acto se realizó en el frontis de la Brigada Parlamentaria y no hubo una asistencia masiva de masistas, la sombra del toborochi que quedó frente al escenario cubría a casi todos los asistentes.
La celebración comenzó alrededor de las 10:00 y a las 14:00 quedaba muy poca gente atendiendo la pantalla gigante.
Además de militantes, estuvieron dirigentes masistas y grupos de música autóctona que interpretaron distintos temas. En Santa Cruz, el acto no se mostraba muy organizado. El calor de la jornada no fue de ayuda.