El ex vicepresidente cívico Guido Náyar denunció ayer en su columna que el candidato a la presidencia del Comité Pro Santa Cruz, Guillermo Schrupp, habría sostenido reuniones con personeros del MAS. Ahora, el hermano del postulante responde negando la veracidad de las acusaciones.
Respuesta a la cobardía
Rolando Schrupp*
Cuando charlábamos hace meses en el seno de mi familia de la posibilidad de hacer algo bueno por nuestra tierra y nuestra gente entendíamos que el que uno de nosotros se postule a la Presidencia del Comité pro Santa Cruz significaría mucho sacrificio y una exposición a cobardes ataques de toda índole. Pusimos en una balanza la relativa tranquilidad de hacernos los Suecos y dejar que otros peleen por lo que creemos, contra el reto histórico de repetir la consigna que hizo grande a Santa Cruz, la de “poner nuestra hacienda, nuestras armas y nuestras vidas en defensa de Santa Cruz”, consigna con la que se luchó por la Independencia y durante la Guerra del Chaco. Es evidente que optamos por lo segundo, puesto que hoy día nos ponemos al pie del cañón, listos para matar o para morir, porque no estamos dispuestos a agacharnos y huir. Nunca podremos decirle a las generaciones futuras que las cosas están como están por no haber tenido la valentía de luchar en su momento. Nuestro carácter y convicción se está demostrando cuando con hidalguía, con honor y con altura hemos respondido a cuanto ataque se ha propiciado en nuestra contra.
Esta semana hemos solicitado categóricamente a los funcionarios del gobierno que nos aclaren sus denuncias de tráfico de votos y maletines, puesto que es en nuestro mayor interés tanto que la justa electoral sea transparente, como el honor y prestigio de nuestro Comité sea salvaguardado. Aún estamos a la espera de estas demandas, caso contrario entenderemos que los “denunciantes” son cómplices o encubridores de dicho ilícito. No se puede acusar sin pruebas, puesto que la responsabilidad moral de los acusadores los debe obligar a sostener las mismas, o a tragarse sus palabras.
Lo que sí es lamentable que personajes que se autodenominan Cruceñazos como Guido Náyar Parada acuse e intente desprestigiar sin bases ni fundamentos. Durante el ejercicio de su absoluto derecho de apoyar otra candidatura se da la tarea de echarnos mierda al acusarnos falsamente de “masistas” y de “reuniones” colaboracionistas en mi propia casa. Acusaciones falsas de este tipo no pueden hacernos más que demostrarnos porqué las cosas deben cambiar.
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Sería muy fácil caer en este tipo de actitudes y contestarle con una trailada de mierda al acusador, puesto que es por demás de fácil representarle su trayectoria; pero no lo haremos.
No lo haremos por la sencilla razón de que no estamos de acuerdo en esa vieja práctica de los politiqueros de quinta de atacar al adversario en lugar de debatir ideas, proyectos y planes de gestión. Santa Cruz se merece que aprendamos de los errores del pasado y no nos permitamos caer en lo que tanto hemos criticado. Tampoco le representaremos que cuando los “pechitos” huyeron, fuimos nosotros los que contra viento y marea fuimos a hacer las representación de TODOS ante las Naciones Unidas, no porque creamos que son inocentes o culpables, no es nuestra facultad, sino porque creemos en el derecho de que todos debemos vivir en una sociedad justa.
Lo que tampoco podremos hacer es callarnos y dejar que se melle la dignidad y la honorabilidad de nuestra familia, peor viniendo de quien viene la acusación. Se nos ha acusado de ser “masistas” y de tener “reuniones” en mi casa para negociar Santa Cruz, y ese tipo de acusaciones son demasiado graves. Emplazo en honor al respeto, a la honorabilidad y a la dignidad de mi familia que el señor acusador tenga la “caballerosidad” de sustentar sus acusaciones con pruebas o en su defecto, que tenga la responsabilidad de retractarse de dichas viles, cobardes y canallescas acusaciones.
Respeto guardan respetos, y en la Santa Cruz que queremos el fascismo de que “quien no está conmigo es un traidor” ya no puede ser tolerado, y no claudicaremos ante los ataques neo-fascistoides externos, peor internos.
La palabra la tiene el acusador, porque si no tiene con qué demostrar su acusación, aquí tiene la yuca pa’ que se la coma.
*Ex presidente de Cadecocruz
ElSistema.Info