Fernanda Tejada Levy – La Prensa Qué difícil es creer en la justicia y la imparcialidad cuando las noticias no hacen más que reflejar la hipocresía del partido gobernante. Hace pocos días, con motivo de los festejos de fin de año, escuchábamos al máximo dirigente encomendando a sus subordinados “que primero está la responsabilidad por la patria” (se hace un buen uso de las comillas cuando se destaca lo mencionado). En principio, me pregunto —sin limitarme a este periodo de gobierno— si alguna vez siquiera se ha pensado, o intentado, poner a la patria en primer lugar; no hacen falta grandes esfuerzos para observar que, en realidad, siempre han interesado más el bienestar y fortalecimiento del partido en función que la bienandanza del pueblo… El estado en el que se encuentra nuestro entorno sería muy distinto si esto no fuera cierto.El hecho de que el mismo Jefe de Estado se vea obligado a recordar públicamente un aspecto fundamental relacionado con el ejercicio de un cargo nos hace pensar lo siguiente: ¿hay problemas en casa?, ¿será que Morales ha inventado tantas veces tanto que ha llegado al punto tal de creer en sus propios discursos y que de verdad considere que sus recomendaciones surtirán algún efecto, esto claro, sin que dicho consejo se aplique a sus propias acciones; o todo simplemente se tratará de una de las tantas fachadas que el Gobierno ha mostrado a lo largo de los años?Como pleno ejemplo de lo que indico, basta con señalar la opinión de Evo Morales respecto del tan sonado caso de extorsión en ocasión de la posible renovación de su gabinete ministerial. Opositores y sectores sociales han pedido el cambio de la Ministra de Lucha Contra la Corrupción, del Ministro de la Presidencia y del Ministro de Gobierno. Estando la causa en desarrollo ante el Ministerio Publico, única institución encargada de la investigación, quizás aprovechando el peso de su cargo y posición, Morales optó por direccionar el resultado defendiendo a sus tres colaboradores, añadiendo además que el “tema de extorsión es ahora una cuestión mediática” usada para tratar de desprestigiar a la Administración. No obstante, no brindó el mismo apoyo a la Presidenta de la Cámara de Diputados.Después de todo, ya conocemos la historia, el MAS trabaja de forma orgánica, hay cosas que sólo pueden decidir en bancada y, por tanto, no pueden trabajar con quien haga oposición. Toda persona que sea una piedra en el camino debe ser separada. Ahora qué pasa si resulta que trabajar con la oposición diera lugar a un importante crecimiento y desarrollo de la patria, ¿seguiría haciendo las mismas recomendaciones el señor Presidente?Nuestro destino se reduce a dos opciones: o ser parte del proceso de cambio, o no existir. Penosamente, la mediocridad se ha convertido en el emblema de las élites políticamente dominantes en el país. Poco importa el grado de preparación; ya no interesa si cumple o no los requisitos del cargo… mucho menos si ha cometido ilegalidades… basta jurar respeto, lealtad, fidelidad y quizás hasta amor eterno a ese sagrado partido.