Tres niños, hijos de padres pailoneños que marcharon a Argentina en busca de mejores días, murieron calcinados al incendiarse la casa donde vivían, en un barrio de City Bell, a 45 minutos por carretera de Buenos Aires.
Los fallecidos eran David (5 años), Melany (4) y Yostin Frías Aguayo (nacido hace 1 año en City Bell). Aparentemente, el incendio invadió la precaria vivienda (de 3 metros cuadrados) al consumirse sobre un material inflamable, una vela que los padres, David Frías Choré (23) y Gardenía Aguayo Arias (22), habían dejado encendida para salir por unos cuantos minutos a un almacén cercano.
Cuando volvieron divisaron el fuego y llamaron a los bomberos, pero era tarde porque la casa estaba totalmente quemada y los niños calcinados en una humilde cama, donde habían muerto sin percatarse del incendio. Según el diario El Día Digital, la tragedia ocurrió en el barrio Los Porteños de City Bell, donde la familia boliviana, oriunda de Pailón, habitaba una pequeña casa construida con madera y ladrillos, en un predio donde se producen verduras. No tenían energía eléctrica y por ello usaban la vela que causó la tragedia.
Pailón
Al conocer la noticia, los abuelos de las pequeñas víctimas de la fatalidad, Miguel Frías, Regina Choré de Frías y Melva Arias viuda de Aguayo, iniciaron los trámites para el traslado de los cuerpos a Pailón y se supo que el trámite llegará a costar cerca de Bs 50.000, que ellos no tienen. Pero inmediatamente el alcalde Nelson Rodríguez se pronunció entregando la suma de Bs 750 a nombre del municipio y la radio Paitití inició una campaña para recaudar fondos.
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Lo propio hicieron los familiares que recorrieron Pailón casa por casa pidiendo contribuciones para el fin reseñado. En el lugar del siniestro, los forenses hacen su trabajo para entregar los cuerpos a sus padres, una vez llenadas las formalidades de ley SeDavid Frías Choré (23 años), un joven alegre que oficiaba de ayudante de tractoristas agrícolas en su pueblo, Pailón, partió hace 4 años a Argentina en busca de mejores días para él y su familia en crecimiento. Se fue ilusionado dejando a su esposa, Gardenia Aguayo Arias (22) y a sus dos hijos, David y Melany (de 2 y 1 año), con la promesa de volver tras que se instale y se consolide en un buen trabajo.
Así fue. Trabajó duro en City Bell, en un predio agrícola, hasta sentirse capaz de solventar los gastos de su familia. Volvió y viajó con su mujer y con sus dos hijos, y todo marchaba bien. Él trabajaba en el campo y ella se ocupaba de las tareas diarias del hogar.
Allí, en City Bell, nació un hijo más, Yostin, que animó más a la joven pareja para seguir trabajando duro en el pueblo argentino en cuyo barrio eran estimados. La noche del lunes resultó fatal para los bolivianos y marcó el retorno obligado.
Se fueron en busca de un futuro mejor
David Frías Choré (23 años), un joven alegre que oficiaba de ayudante de tractoristas agrícolas en su pueblo, Pailón, partió hace 4 años a Argentina en busca de mejores días para él y su familia en crecimiento. Se fue ilusionado dejando a su esposa, Gardenia Aguayo Arias (22) y a sus dos hijos, David y Melany (de 2 y 1 año), con la promesa de volver tras que se instale y se consolide en un buen trabajo.
Así fue. Trabajó duro en City Bell, en un predio agrícola, hasta sentirse capaz de solventar los gastos de su familia. Volvió y viajó con su mujer y con sus dos hijos, y todo marchaba bien. Él trabajaba en el campo y ella se ocupaba de las tareas diarias del hogar. Allí, en City Bell, nació un hijo más, Yostin, que animó más a la joven pareja para seguir trabajando duro en el pueblo argentino en cuyo barrio eran estimados. La noche del lunes resultó fatal para los bolivianos y marcó el retorno obligado.
Fuente: Red Uno, El Deber
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