El Servicio Departamental de Salud (Sedes) clausuró tres restaurantes de venta de pollos durante un operativo de control sanitario en la zona de la exterminal. Se tomaron muestras del condimento con que preparaban la comida, en locales de propiedad de ciudadanos chinos. Funcionarios del Sedes manifestaron a la Red Uno que se sospecha que los pollos eran condimentados con orín e ingredientes fermentados en turriles antihigiénicos, por lo que tomaron muestras. El mal olor que despedían los recipientes era nauseabundo.
Además, la cocina y cuartos contiguos a esta se utilizaban como dormitorios donde vivían hacinados más de cinco personas por pieza. Los personeros del Sedes advirtieron de que se procesará a los propietarios de origen asiático por atentar contra la salud pública.
Fuente: Red Uno, El Deber
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