Morales compartió con las comparsas que antes lo rechazaban. DIAGNÓSTICO. Analistas consideran que el oficialismo no reparará en esfuerzos para revertir el rechazo histórico que tiene en el departamento más poblado del país.
Evo y élites cruceñas confirman mutuo interés de acercamiento
Página Siete / La Paz
El Presidente con casaca comparsera el martes pasado. Foto Opinión
El Carnaval de 2009. Eduardo Rózsa Flores y sus hombres eran los consentidos por algunas de las exclusivas comparsas cruceñas. Cuatro años después, Evo Morales y Álvaro García Linera fueron los protagonistas excluyentes en las vísperas de la fiesta grande de Santa Cruz.
Mucho han cambiado las cosas desde el tiempo en que las élites del departamento más grande y más poblado de Bolivia combatían tenazmente al proceso de cambio. Ahora, la mayoría de estos círculos exclusivos, como las comparsas o las confederaciones empresariales, prefieren llevarse bien con el Presidente.
“Lo que sucede es que acá las élites ya se dieron cuenta que no van a poder derribar a Evo Morales, entonces optan por una estrategia de convivencia pacífica que les permita mantener algo de sus privilegios, ya no políticos pero sí económicos”, explica la socióloga Karina Saucedo.
La analista cruceña añade que el fenómeno también se produce a la inversa. “Como el Gobierno comprendió que no puede desmontar el aparato industrial cruceño ni revolucionar el agro sin ellos, también inició un acercamiento. Y es que hay mucho de cálculo electoralista en esto”.
El pasado martes, Morales y García Linera participaron en la coronación de la reina cruceña del Carnaval e incluso se colocaron las casacas de la comparsa Piratas,protagonista este año.
En esa oportunidad, el Presidente anunció que el Carnaval de Santa Cruz fue declarado patrimonio cultural de Bolivia.
Antes, se aprobaron leyes y decretos que incentivan la producción, facilitan créditos en favor del agro y amplían la frontera agrícola. Entre las “victorias” del empresariado cruceño, hasta hace algunos años temeroso por las políticas e intenciones del MAS, está la suspensión por cinco años de la revisión de la función económico-social en sus predios, pese a que es un mandato constitucional para evitar la multiplicación de tierras ociosas. Aquella disposición fue incorporada en el nuevo texto constitucional precisamente pensando en los grandes ganaderos de Santa Cruz que en aquel tiempo conspiraban contra el Gobierno y ahora aparecen como aliados.
El conflictólogo Óscar Álvarez considera que en este punto el Gobierno aplicó con éxito toda una estrategia.
“Primero, lograron anular a los elementos más beligerantes de las élites cruceñas; después, impusieron sus condiciones con mano dura a los que quedaron para finalmente convertirlos en aliados. Hoy, prácticamente podemos decir que los empresarios están en el Gobierno”, explicó .
Álvarez indicó que el Ejecutivo todavía tiene mucho camino por recorrer si quiere convertir a Santa Cruz en bastión oficialista. Afirmó que sigue muy fresco el episodio en el que, el año pasado, Evo Morales insinuó que los cruceños son flojos.
Evo y Santa Cruz
Acercamiento. En la cumbre social oficialista del año pasado participaron la Cainco, Fegasacruz, la CAO, Anapo, Concabol, Fenca, Cámara de Hidrocarburos, Cámara Forestal, Cámara de la Construcción, Cámara de Transporte del Oriente, Federación de Caminos y la Cámara Minera. El empresariado cruceño en pleno debatió la agenda del proceso con los movimientos sociales y fue Gabriel Dabdoub, líder empresarial, quien leyó las conclusiones en nombre de todos.
Carnaval. El oficialismo declaró a la fiesta grande de los cruceños como patrimonio nacional de Bolivia.
Tierras. Los empresarios lograron que el Ejecutivo suspenda la revisión de la función económico-social en sus tierras por cinco años.
Puntos de vista
Karina Saucedo. Socióloga
Lo que sucede es que acá las élites ya se dieron cuenta que no van a poder derribar a Evo Morales; entonces, optan por una estrategia de convivencia pacífica que les permita mantener algo de sus privilegios, ya no políticos pero sí económicos. De esta forma pueden influir en la agenda económica del Ejecutivo y, como en el pasado, lograr que el Estado las proteja.
Del lado del Gobierno también hay un cálculo muy claro. Ellos se dieron cuenta de que Santa Cruz todavía es una sociedad muy corporativa y que los poderes económicos influyen mucho. Por eso se hace este acercamiento con un sentido electoralista.
Óscar Álvarez. Conflictólogo
Primero lograron anular a los elementos más beligerantes de las élites cruceñas, después impusieron sus condiciones con mano dura a los que quedaron para finalmente convertirlos en aliados. Los fueron convirtiendo poco a poco. Hoy, prácticamente, podemos decir que los empresarios están en el Gobierno. De todas formas, el Ejecutivo está muy equivocado si piensa que conquistando a las comparsas y derrotando a las logias logrará conquistar Santa Cruz. Para que el departamento cruceño se vuelva un bastión masista tendrá que pasar mucho tiempo y tendrán que cambiar muchas cosas más.