La Ley-Trampa del MAS


TRAMPAEl Movimiento Al Socialismo teme no alcanzar el 50% más uno que exigiría el referéndum de reforma constitucional para habilitar de forma legal el tercer mandato del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera. Es más fácil, dado el desgaste de la aprobación gubernamental en amplios sectores de la población, acceder a la re-reelección por medio de una triquiñuela y así reducir el desafío en las urnas al logro del 40% mínimo establecido en la CPE para la conquista de la primera magistratura.Para esto, el proyecto de “Ley de Aplicación Normativa” o Ley-Trampa, enviado en consulta por el Senado al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), alega falazmente que la Disposición Transitoria Primera, Parágrafo II, la misma que establece que “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”, sólo se aplicaría a los ministros de la antigua Corte Suprema de Justicia y otros funcionarios similares, pero no al presidente y vicepresidente del Estado, peregrina y arbitraria conclusión a la que se llega en la exposición de motivos alegando la “esencia, naturaleza y léxico” de la citada Disposición (!).Más allá del confusionismo jurídico ejercitado en esta iniciativa, lo cierto es que la estrategia gubernamental en materia de reelección parece haber sufrido importantes modificaciones a raíz de las recientes señales de independencia dadas por el TCP, llevando al oficialismo a apurar los plazos para la habilitación del tercer mandato, inicialmente prevista para mediados del 2014. La relativa autonomía conquistada por el Órgano Judicial tras la crisis del caso Ostreicher, que descabezó al equipo de operadores de la interferencia en la justicia, llevó a este replanteo del calendario.Presumiblemente, se intentarán tres escenarios: 1) el TCP falla a favor de la Ley-Trampa; 2) el Tribunal emite una sentencia en contra y se procede a enjuiciar a los magistrados, buscando una revisión del fallo o la sustitución de los jueces por otros más dóciles; 3) fracasan las maniobras anteriores y se va a regañadientes al referéndum constitucional, como última alternativa.Es evidente que para operar esta nueva estrategia se necesita tiempo, lo que explicaría el repentino cambio en la agenda legislativa del MAS…[email protected]