Logia, camarilla y élite


Ismael Schabib Montero*SCHABIBEl pequeño Larousse, de logia dice: “Local de reunión de los masones// Asamblea de masones”. De camarilla: “Conjunto de personas que influyen en los asuntos del Estado y, por ext., en otras cosas” y de élite: “Lo más selecto. Lo mejor”.Lo más selecto no quiere decir necesariamente “rubio, de ojos verdes y habla inglés”.En mi situación militar, desde donde estuve destinado, escuché comentar positivamente y con cierta admiración del Comité Cívico de Santa Cruz, a diferencia de otros.Se ha estado hablando de los “logieros”, de grupos de poder que según el pequeño Larousse calzan mejor con la definición de camarillas. Se dice que las cooperativas se encuentran en manos de las logias y que incluso el Comité Cívico; como manifestaron algunas personas en diferentes medios de comunicación, en los días previos a la reciente elección cívica.Si nos atenemos a los logros de esta importante institución, liderando las caras aspiraciones regionales y algunas nacionales que tienen que ver con la democracia, debería merecer nuestro reconocimiento y respeto siempre, y en toda circunstancia. Pero, ¿acaso que no sería justo aceptar que quienes han conformado esta institución cívica han sido parte de la élite cruceña? Porque sus metas han apuntado al bien común de los cruceños y de todos los bolivianos; normalmente la camarilla obtiene ventajas para sí y eso es totalmente diferente. El Comité Cívico de Santa Cruz ha liderado la consecución de objetivos que han sido clave para el desarrollo regional, que han costado “sangre, sudor y lágrimas” porque esos reclamos, han sido a veces, mal interpretados por algunos gobiernos. Considero que ahora como ayer, es muy importante que quienes aspiren a llegar a un cargo de esta institución cívica estén consustanciados con la historia regional, su identidad y aspiraciones; no sean indiferentes con esa “sangre, sudor y lágrimas” y aquello se podría asegurar solamente si gente de la élite cruceña la sigue liderando. Es oportuno recordar que en democracia, los parlamentarios cruceños inspiraban respeto porque sus integrantes eran leales a la región antes que al partido y ese era un factor que los prestigiaba y les daba fuerza moral; pero eso se acabó con el advenimiento de este gobierno, la bancada del MAS obedece primero a la consigna partidaria; todo esto ocurre porque, quizá, quienes la componen no están plenamente consustanciados e identificados con la región que representan, por diferentes razones.Es plausible que se democraticen las instituciones; el autor de esta nota está en contra de las camarillas, pero no de las élites. Pidamos a Dios que, por demagogia, que no es lo mismo que democracia, el Comité Cívico de Santa Cruz no tenga en el futuro como presidente a un cocalero racista y odiador, por eso de que “el cruceño nace donde quiere”.*Vicealmirante de la República de Bolivia