Mar. Evo ya ha cambiado tres veces su estrategia; Chile mantiene política de Estado desde 1904

Estrategias. En Chile, el mar para Bolivia es caso cerrado con izquierda o derecha. Es una política de Estado que une a todos los políticos. Mantienen el mismo discurso desde la firma del tratado de 1904 e incluso hay continuidad de funcionarios en la Cancillería; mientras en Bolivia el presidente Morales ha cambiado tres veces, en 7 años, su estrategia marítima. El tema cobra fuerza a ambos lados de la Cordillera por las elecciones presidenciales de 2014.

Critican a Piñera por el mar en Bolivia y Perú, ven débiles y poco serias sus declaraciones.

Evo ya ha cambiado tres veces su estrategia marítima

LA REIVINDICACIÓN. Primero fue el diálogo con Chile, después la amenaza de llevar el tema al tribunal de La Haya y ahora la oferta de gas cuando el tema marítimo esté resuelto.



Hay una conquista y es que la Organización de Estados Americanos haya admitido la existencia de asuntos pendientes entre Bolivia y Chile

image Los bolivianos que viven en Chile sueñan con ver ondear la bandera tricolor en esas costas.

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EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia

Evo Morales sorprendió al país esta semana cuando cambió el discurso de ataque y de amenaza a Chile por uno de diálogo y acuerdo, mediante el cual ofreció gas a ese país, si es que se resuelve el tema marítimo. La oferta tuvo como respuesta un rotundo no de parte de Chile, lo que demostró que ese país no está dispuesto a negociar con Bolivia.  No obstante, la Organización de Estados Americanos declaró por fin que Chile y Bolivia tienen asuntos pendientes que resolver, lo que con- trasta con la posición chilena de que no hay nada más que hablar después del Tratado de 1904.

Pero, más allá de lo ocurrido en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la oferta de Morales provocó olas en Bolivia pues marcaba un giro radical en la estrategia y porque vender gas a Chile es un tema de alta sensibilidad. Recuerda el año 2003, cuando más de 60 personas murieron en la llamada guerra del gas, la misma que provocó la salida del Gobierno y del país de Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores. En ese momento, Bolivia tenía la posibilidad de exportar gas a México y a California, pero debía utilizar un puerto chileno para que el proyecto sea viable. Los opositores de entonces, entre los que estaba el actual presidente Evo Morales, le declararon la guerra a esa posibilidad.

El exdiplomático Manfredo Kempff cree que lo ocurrido en la cumbre de la Celac ha sido un retroceso, pues ve que en una década no se logró avanzar en el tema marítimo y se dio marcha atrás en la propuesta. Desde su punto de vista, la política exterior de este Gobierno no tiene un lineamiento y eso determina que haya oscilaciones que provocan confusión en el ámbito internacional. Recordó que, desde que este Gobierno está en el poder, se ha visto al menos tres posiciones diferentes en la reivindicación marítima. Primero, el diálogo sobre la agenda de 13 puntos, confiando en una aparente predisposición de la expresidenta Michelle Bachelet, el cual duró cinco años y no llegó a ningún resultado. Segundo, la advertencia enfática del presidente Morales de llevar el tema al Tribunal internacional de La Haya y tercero, la oferta de gas por mar.

El excanciller Javier Murillo coincide. “Estos cambios de rumbo muestran que no había una línea claramente trazada sobre la forma de encarar la solución de nuestro enclaustramiento; no hubo una dirección que oriente la conducta internacional de Bolivia”. En cambio, el excanciller Javier Loaiza ve positivo el giro de Morales. Cree que, si bien algunos sectores sociales y opositores cuestionan la oferta de gas por mar, la reivindicación marítima está por encima de la política interna. La exautoridad también saludó que el presidente haya bajado el tono de sus intervenciones, ya que los discursos agresivos no dejaron buenos resultados a Bolivia.

Para Murillo, el principal problema no es la falta de estrategia marítima, sino la postura de Chile que es rotunda e irreductible en contra de abrir un espacio de negociación con Bolivia sobre el tema marítimo. Desde su punto de vista, Bolivia debe seguir insistiendo con Chile y con la comunidad internacional en que la falta de salida al mar para nuestro país golpea no solo a los bolivianos, sino también a los chilenos y al mismo continente porque es un límite a la posibilidad de integración, solidaridad y cooperación hemisférica.

Dos expresidentes

El expresidente Jorge Quiroga apunta que el tema marítimo entorpece la agenda de integración que está llena de oportunidades para ambos países: en infraestructura caminera, portuaria, gas, litio, agua y uso de las aguas del Pacífico, que es el océano que puede vincular a Bolivia con Asia. Tanto Quiroga como el exmandatario Carlos Mesa saludaron que el presidente Morales lleve el tema a los foros internacionales. Tuto Quiroga advirtió que en este momento urge que Perú ratifique la voluntad de ayudar a Bolivia en su reivindicación marítima y manifestó que es preocupante que en el diferendo entre Perú y Chile en el Tribunal de la Haya, se esté hablando de que el límite territorial entre esos países es un tema resuelto, porque eso limitará las posibilidades de Bolivia de acceder al océano Pacífico con soberanía. Carlos Mesa, por su parte, cree que Bolivia y Chile deben reanudar el diálogo que el gas y el agua deben ser elementos fundamentales en la negociación.

Loaiza apuesta por el diálogo como la mejor vía para alcanzar buenos resultados, aunque ve difícil que haya un cambio de actitud a corto plazo de parte de Chile. Manfredo Kempff criticó el giro del presidente Evo Morales. “No se puede improvisar. La política internacional requiere de estudio, paciencia, prudencia, cautela” señaló.

Sobre el cumplimiento del tratado de 1904 

image “Durante la Guerra del Chaco, Chile prohibió el tránsito de armas por territorio chileno”.

“En 1997, Chile prohibió el acopio, transporte y manipulación de concentrado de plomo en el puerto de Antofagasta afectando al comercio de minerales bolivianos”.

“El 2004, Chile privatizó los puertos de Arica y Antofagasta ocasionando perjuicios al flujo comercial boliviano”.

“El operador privado incumple cada día el tratado en la imposición de tarifas. Por acuerdo, la mercadería debe estar almacenada un año, pero  si no retiran productos que están en tránsito hay multas, sanciones y cobros ilegales”.

“Chile ha incumplido el Tratado discontinuando el ferrocarril Arica – La Paz por espacio de más de 10 años ocasionando enormes perjuicios”.

“Se viola el derecho que tiene Bolivia de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para hacer su comercio. Chile ha negado otorgar las condiciones para que Bolivia tenga agencias aduaneras en otros puertos, que no sean Arica y Antofagasta”.

image “Hay libertad para que Bolivia transite todo tipo de carga incluyendo armamento”.

“Chile tomó las medidas, no contra Bolivia, sino en defensa de la salud de su población y del medioambiente para limpiar Antofagasta de esa contaminación de plomo”.

“Chile privatizó los puertos, pero con la condición de respetar los compromisos  asumidos con Bolivia. 

“La carga boliviana está exenta de todo impuesto por los servicios que esa carga requiera o le sean prestados en puertos o territorio chileno. Tiene tasas preferenciales y tiene almacenamiento gratuito para sus importaciones y  exportaciones”.

“Fue interrumpido por fenómenos de la naturaleza y por la contaminación que ocasiona el transporte de plomo. Hoy está reconstruido”.

“Ustedes designaron los puertos de Arica y Antofagasta y ahí están las agencias aduaneras bolivianas y hace poco tiempo atrás se planteó que también se adhiriera Iquique y Chile aceptó de inmediato. Estamos a la espera de que Bolivia entregue los documentos”.

Piñera dejó sin respuesta cuatro violaciones al tratado descritas por Morales

El presidente chileno no respondió sobre la violación al Tratado, que hablaba de que en 1953 Chile prohibió el paso de minerales por su territorio; tampoco explicó por qué en 1966 prohibió el transporte de cargas IMO violando el acuerdo de libre tránsito de todo tipo de cargas. Sebastián Piñera tampoco respondió al reclamo de que impuso el traslado de los almacenes aduaneros y no hizo mención al reclamo de que se imponen controles y sanciones a los bolivianos. Se les piden documentos no acordados y se restringe el paso de vehículos bolivianos, a través de controles que no están en el acuerdo.

Entrevista 

“Bolivia y Chile son dos países que pueden complementarse”

Carlos de Mesa G. | Expresidente de Bolivia

image Carlos Mesa propuso usar el gas en la negociación con Chile 

¿Como vio la intervención del presidente en la Celac?

Es pertinente que el presidente haya puesto la reivindicación marítima en todos los foros internacionales. Haberlo hecho en la cumbre de la Celac y, específicamente en Santiago, tiene un especial valor. Bolivia debe insistir siempre en que sí hay un problema pendiente con Chile. El efecto positivo de esta acción de Morales está en el reconocimiento que ha hecho la OEA de que hay un problema entre ambas naciones.

¿Qué ofreció Morales a Chile?

Hay que atenerse a las palabras textuales de Morales. "Una vez resuelto el problema del mar…". A partir de ese inicio, habló de la posibilidad de "compartir" el gas boliviano con Chile. Es obvio que, como dijo Paz Estenssoro en 1986, Bolivia y Chile son económicamente complementarios, y lo esencial de esa complementariedad se refiere a energía y agua. Si las relaciones entre ambos estados fueran normales, Bolivia exportaría gas, agua e incluso electricidad a Chile. Cualquier negociación tiene implícitos estos temas.

¿Hay una estrategia clara?

La multilateralidad es un imperativo de nuestra política exterior en el tema del mar. Como estrategia Morales hizo lo correcto, creo que, como otras veces, tanto él como el canciller pecan de dar demasiados detalles y entrar en cuestiones demasiado concretas que deben reservarse para las reuniones cerradas entre partes y no para los foros públicos.

¿Qué le parece que quien primero se opuso a que el gas boliviano sea exportado a través de Chile, ahora le ofrece gas a Chile?

Morales se opuso a la exportación de gas a Chile por razones políticas y como línea contraria a la capitalización.

¿Cómo puede el gas ayudar a la reivindicación marítima?

Creo que el escenario de hoy es muy diferente al de 2004. Bolivia tiene menos de la mitad de las reservas que se dijo que tenía en 2002 (tema increíble que aún debe ser explicado por las autoridades y las empresas que cuantificaron nuestras reservas). Perú duplica las reservas de Bolivia. El gas funciona ya como cualquier materia prima. El proyecto de exportar gas a Estados Unidos (desechado inexplicablemente en 2006 por el Gobierno) no tiene opciones, pues Estados Unidos desarrolla sus gigantescas reservas de sheil gas. Chile ha estructurado una infraestructura  de transformación de gas que le permite una importación regular desde cualquier punto, aunque a precios más altos de los que le pagaría a Bolivia.

Chile tiene una postura sólida, Bolivia se ve ambivalente

A partir de 1950 la propuesta boliviana básica no se ha modificado y se resume en la demanda de un corredor con continuidad territorial en la línea de la Concordia que pasaría por territorios que fueron originalmente peruanos, que le de a Bolivia acceso libre útil y soberano al Océano Pacífico.

En Chile, el mar para Bolivia es caso cerrado con izquierda o derecha

NI POR LA RAZÓN NI POR LA FUERZA

Es una política de Estado que une a todos los políticos. Mantienen el mismo discurso desde la firma del tratado de 1904 e incluso hay continuidad de funcionarios en la Cancillería. Sugieren posiciones pragmáticas para salir del estancamiento diplomático

El Deber

Lo dice un diputado que anuncia por Twitter la llegada de Michelle Bachelet a Chile como la segunda venida de Cristo: “El gas se terminará algún día, el mar no y será para las futuras generaciones. Se equivoca Evo, mala estrategia”. El dueño de la frase lapidaria es el chileno Jorge Tarud Daccarett, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de su país y militante de izquierda. Eso, sin embargo, no condiciona que, si se le pregunta sobre si Chile debe dar una salida soberana al mar a Bolivia, piense exactamente igual que Ivan Moreira Barros, miembro de la misma comisión camaral y vicepresidente de la pro Pinochet Unión Demócrata Independiente. “En Chile la política exterior es política de Estado, y cuando se trata de defender nuestra soberanía hay una sola voz y estamos todos unidos tras el presidente de Chile”, responde Moreira al ser Consultado por EL DEBER.

Cuando se trata del litigio centenario con Bolivia por las costas sobre el Pacífico, en Chile no hay izquierdas ni derechas. La única excepción son algunos diputados comunistas que se han expresado públicamente en favor de una solución negociada del tema, pero lo cierto es que, según una encuesta realizada en septiembre del año pasado por la empresa Ipsos, el 80% de los chilenos está de acuerdo con no ceder territorio a Bolivia. “El presidente Evo Morales tiene que tener claro que con la dignidad de Chile no se juega, y no le vamos a poner la otra mejilla tras sus declaraciones”, apostilla Moreira.

El corazón es para otra cosa

El pragmatismo expresado por Moreira es compartido por casi todos sus colegas. Así lo afirma la especialista en política internacional Roxana Forteza. Ella formó parte de un grupo de intelectuales que visitó Chile en noviembre pasado y allí la diputada Mónica Zalaket y el senador Juan Pablo Letelier le aseguraron que la política exterior chilena tiene una visión unitaria, es una política de Estado. “Los bolivianos tenemos una política de Gobierno, muy personalista, por eso es que perdemos siempre en las negociaciones”, explica Forteza.

Hugo Siles, catedrático de Relaciones Internacionales, pone un ejemplo de lo que dice Forteza. En sus seis años de mandato, el presidente chileno Lagos habló con seis distintos presidentes bolivianos con seis posiciones distintas: el nacionalismo de Banzer, el mercantilismo de Tuto Quiroga (quiero invadir a Chile, pero con productos), el libre mercado de Sánchez de Lozada (gas a EEUU por Chile), las reivindicaciones históricas de Mesa (gas por mar), la agenda de 13 puntos con Rodríguez Veltzé y otra vez el nacionalismo de Evo. Lagos tuvo siempre la misma posición, que fue la misma que tuvo Pinochet y que es muy parecida, según Siles, a la que Chile tuvo desde 1904: dilatar las negociaciones, hacerlas confusas y retardar el tema.

Según Siles, es tal la estabilidad de la política chilena que prácticamente no hubo cambios de funcionarios en la Cancillería chilena entre la dictadura y la democracia.

Anzuelos: la miel y el vinagre

Otra de las revelaciones que le hicieron a Forteza durante su viaje es que Chile no negociará nada con Evo mientras mantenga un tono agresivo. Si a eso se suma que el nacionalismo chileño se ha exacerbado por el litigio con Perú por aguas territoriales, la coyuntura no es nada favorable para una pronta solución al conflicto.

Es por eso que Siles propone ser prácticos: los chilenos nunca negociarán soberanía, pero sí pueden conceder un enclave con supremacía territorial, algo tan parecido a la soberanía (posibilidades de desarrollar población, jurisdicción legal, etc.), que podría dejar contentos a ambos lados de la cordillera

Claves 

Política de Estado

Chile mantiene un mismo discurso sobre el tema sin importar si el presidente es de tendencia izquierdista o de derecha.

Rechazo popular

Un 80% de los ciudadanos de Chile, según Ipsos, rechaza ceder territorio a Bolivia.

Debilidad de Piñera

Tiene la aprobación a su gestión de alrededor de un tercio de la población y es demasiado frágil para ir en contra de su voluntad.

Discursos altisonantes

Evo Morales no gana amigos en Chile con una retórica poco diplomática en los foros.

El tema cobra fuerza a ambos lados de la Cordillera por las elecciones presidenciales de 2014

El tema marítimo bien podría guardarse en dos estantes, uno en Palacio Quemado, de La Paz, y otro en La Moneda, en Santiago. Cada estante podría tener un mazo al lado con la leyenda: rompa el vidrio en caso de baja popularidad.

Los presidentes de Chile y Bolivia han usado el tema marítimo para reconducir sus problemas de imagen cuando más lo han necesitado. Es más, por su respuesta de “los temas de soberanía no se negocian por intereses económicos”, Piñera cosechó alguno aplausos en medio de tanto abucheo popular a su gestión.

Evo también ya rompió el cristal en la peor de sus crisis de popularidad. En plena resaca del fallido ‘gasolinazo’, en medio de la duda de si la Agenda de los 13 puntos negociada con Chile aún servía para algo, Morales comenzó su ofensiva verbal contra Piñera y su negativa de ceder un pedazo de costa a Bolivia el 23 de marzo de 2011.

Es por eso que para la internacionalista Roxana Forteza esta nueva ofensiva pro mar de Morales bien podría servir como cortina de humo contra el escándalo de supuestas extorsiones desde Palacio Quemado destapado por el caso Jacob Ostreicher.

De otra forma, Forteza no entiende esta estrategia, la cual describe como poco emparentada  con las ciencias de las relaciones internacionales y la diplomacia, muy personalizadas y que no llevarán a nada más que provocar un cierre de filas de los chilenos contra Bolivia. “Hay que entender que los chilenos tienen la sartén por el mango y dependerá de su buena voluntad que volvamos al Pacífico o no”, explica.

A este panorama se suma la coincidencia de que en los dos países habrá elecciones presidenciales en 2014. Piñera es una causa perdida: no tiene posibilidad de relegirse de forma inmediata y su popularidad no ayuda demasiado a las aspiraciones de su partido. Sin embargo, Morales desea un periodo más, aunque aún no ha oficializado su postulación a la re-relección.

Análisis 

“Mar para Bolivia, pero por Argentina”

Miguel Ángel Devia | Periodista The Clinic

No hay duda: en Chile, el encontrón en la cumbre Celac entre Evo Morales y Sebastián Piñera lo ganó el segundo por paliza, reiterando que para este lado de la cordillera no hay nada pendiente en términos limítrofes. A diferencia de lo que puedan pensar en Palacio Quemado, esa frase no es algo exclusivo de La Moneda. La mayor parte de la sociedad civil comparte este sentir y la demanda boliviana está muy lejos de ser una bandera de lucha de un pueblo que ama profundamente a su país y para el que los territorios al norte de Copiapó son el producto de una demostración de fuerza, precisamente una de las razones por las cuales ama a esa patria.

Diego Portales, ministro del Interior de Chile en la década de 1830, decía sin desparpajo que un presidente debía violar la ley si era por el bien del país. Bajo esta frase, uno de los próceres chilenos instaló el espíritu patrio que resume el lema bajo el escudo de ese país: por la razón o la fuerza.

Espíritu que encontró  su hecho fundacional en la guerra contra la Confederación Perú-Bolivia primero, y con mayor fuerza en la Guerra del Pacífico, dos gestas épicas que componen un relato perfecto para la historiografía popular: el ejército jamás vencido, el país que demostró fortaleza en el momento adecuado. El país que no piensa devolver/ceder/entregar/ territorios ganados con la sangre de su pueblo.

Por eso, cada vez que reflota el tema en la agenda, el discurso chileno -político y civil- es idéntico: No y punto.

En 2006, cuando Morales asistió a la posesión de Michelle Bachelet, unas 20.000 personas lo recibieron en un acto organizado por el Partido Comunista y algunas organizaciones sociales de izquierda. Allí, en la cancha de tenis del Estadio Nacional, el Evo creyó ver una expresión del pueblo chileno corear "mar para Bolivia", sin advertir que entre las tribunas, muchos de los simpatizantes con él, con su causa, con Bolivia y la izquierda internacional, decían entre estribillo y estribillo "pero por Argentina", reflejando algo que en Chile ni se discute: muy de izquierda podrá ser alguien, pero entregar territorio es algo que no está en la cabeza de ocho de cada diez chilenos, según una encuesta que publicó el diario La Tercera.

Algo curioso: los niveles de aprobación de Piñera se han mantenido por debajo del 35%. Sin embargo, cuando se trata de soberanía, nada de eso importa en Chile: “Puedo odiar a mi presidente, pero más odio la idea de entregar territorio a Bolivia”, piensa el común de los chilenos.

Resulta ingenuo de parte de Morales pensar que un presidente chileno, como es el caso de Piñera, cedería a una demanda boliviana que internamente rosa una aprobación del 20%, cuando dijo no a una demanda interna como la reforma al sistema educativo que alcanzó a ser aprobada por el 90% de los chilenos.

Por esto, el tema tiene un fuerte contenido político que Bolivia no puede desconocer, ya que ningún presidente chileno -ni siquiera Bachelet, aun cuando en su fuero interno deseó solucionar las cosas y negoció un enclave al norte de Tocopilla- va a decidir en contra de su pueblo. Lo demás es fantasía moraliana

Critican a Piñera por el mar en Bolivia y Perú

El oficialismo y la oposición. Ven débiles y poco serias las declaraciones de Piñera.

Creen que Chile busca usar la demanda boliviana para sacar partido en el litigio que tiene con Perú. Un legislador peruano asegura que la propuesta chilena a Bolivia es desleal y mentirosa

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El presidente Morales con su par chileno en un saludo cordial esta semana en su viaje a Chile

El Deber, La Paz

Dirigentes y asambleístas del oficialismo y oposición coincidieron en señalar que las declaraciones del presidente de Chile, Sebastián Piñera, al diario La Tercera son “débiles”, “poco serias” y buscan usar a Bolivia para sacar partido en el litigio que lleva adelante el país trasandino contra Perú, y a enfrentarla con ese tercer país.

La reacción peruana, en la voz del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano, Víctor Andrés García Belaúnde, también fue inmediata y dijo que la propuesta que el presidente chileno hizo a Bolivia para tener una salida al mar por una zona en litigio con Perú es "desleal y mentirosa".

García Belaúnde aseguró al portal electrónico del diario El Comercio que la propuesta del presidente chileno "es una declaración obstruccionista y frustrante para Bolivia, lo que está haciendo Piñera es tratar de echarle la culpa al Perú de la falta de mar que padece Bolivia".

Coincidencias

En Bolivia el tema marítimo es de los pocos que genera coincidencias entre las fuerzas políticas. El jefe nacional de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, señaló que “la posición de Piñera es débil. Él sostiene que nuestra suerte depende de lo que pase con el arbitraje entre Chile y Perú, y eso definitivamente no está demostrado. Parecería ser que es un pretexto más para postergar la demanda marítima y peor aún, usarnos en beneficio de su lío con Perú”.

El jefe de la bancada de Convergencia Nacional en el Senado, Marcelo Antezana, consideró que el criterio de Piñera se cae fácilmente, “porque definitivamente el resultado del litigio entre Perú y Chile no afecta en nada a nuestra política y decisión de recuperar la salida al mar. Además, delata que lo que quiere es llevarnos a la confrontación con Perú y tratar de influir en algo en la decisión que se tomará en La Haya”.

El senador del MAS, Adolfo Mendoza señaló que las declaraciones de Piñera son incongruentes. “Su gran problema es que se porta absolutamente irresponsable en la posibilidad de la integración sudamericana”. Aseguró que “el Gobierno de Piñera navega sin rumbo frente a la fortaleza demostrada por Bolivia”. Coincide en que busca enfrentar a Perú y Bolivia “a partir de un tema que no tiene nada que ver con nuestra demanda, y demuestra su poca disposición a encontrar soluciones”

  Lo que ocurrió entre los dos mandatarios 

Cruce de palabras

El presidente Evo Morales y su par chileno, Sebastián Piñera, protagonizaron un duro cruce verbal por el diferendo marítimo en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se llevó a cabo en Santiago de Chile esta semana.

Lo que dijo Evo Morales

“Nosotros podemos compartir lo único que tenemos en Bolivia, el tema del gas. Tenemos que buscar una solución, no con violencia ni con amenazas”.

Lo que respondió piñera

“No se equivoque presidente Morales, los temas de soberanía no se negocian, por cierto, por asuntos económicos. No vamos a ceder soberanía territorial”.

La política marítima

Desde julio de 2006, la gestión de Morales impulsó el diálogo bilateral a través de la denominada Agenda de 13 puntos, que incluía el reclamo marítimo boliviano.  En marzo de 2010, Morales dio por terminado dicho proceso y anunció que el país presentaría una demanda internacional ante el Tribunal de La Haya.

  Entrevista 

“Dijimos con claridad que los temas de soberanía no se negocian”

Sebastián Piñera | Presidente De Chile

En una entrevista que publica La Tercera de Chile, el presidente Sebastián Piñera habla del impasse que tuvo con el presidente Evo Morales por el tema marítimo.

Morales sugirió la tesis de “gas por mar”?

Sí, sugirió que se podía cambiar territorio con soberanía por gas y ahí le dijimos, con claridad, que los temas de soberanía no se negocian desde ese punto de vista de intereses comerciales o económicos.

Usted dijo que ningún país acepta ser dividido. Cuando Perú demandó a Chile ante La Haya, Morales acusó a ese país de querer bloquear una salida al mar para Bolivia, ya que como Chile no acepta quebrar su territorio, la única forma de tener algo sería por la frontera con Perú. Y si se llega a mover el límite marítimo, se dificulta el panorama para La Paz…

Efectivamente. Además, el tratado de 1929 con Perú establece que cualquier cesión de territorio que antes fue peruano requiere no solamente consulta, sino la aprobación de Perú. Chile le ha ofrecido a Bolivia otorgarle autonomía en un enclave territorial en la zona fronteriza, donde ellos puedan desarrollar un puerto, pero sin ceder soberanía…

Esa posibilidad se acaba si Perú  gana en La Haya…

Efectivamente, y esa fue la razón por la cual, cuando Perú presentó su demanda, Bolivia reaccionó airadamente y en forma muy negativa diciendo que Perú lo hacía para cerrar su salida al mar. Chile ha hecho varias ofertas a Bolivia y naturalmente esto tiene que ser al norte de Arica, pero sin soberanía. Esa posible solución de un enclave sin soberanía, pero con cierto grado de garantías tributarias y de otra naturaleza, Chile la ha planteado en múltiples ocasiones a Bolivia…

Pero si Chile llega a tener un resultado adverso eso se hace prácticamente imposible…

Si llegase a haber un resultado adverso en La Haya que restringiera gravemente el acceso al mar por esa zona, esa solución perdería validez.