Luego del tremendo paquetazo impuesto por los gobernantes interinos de Venezuela, que devaluaron el bolívar en casi un 32%, el líder opositor Henrique Capriles señaló que se acerca el tiempo en que los ciudadanos podrán volver a decidir sobre el rumbo de su país.“Muy pronto va a llegar una fecha otra vez para que el país decida y tome el rumbo de un cambio”, dijo el gobernador del estado Miranda y principal referente de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), agregando que “si le damos un tiempo más (al chavismo) por lo visto va a terminar de destruir nuestra Venezuela”.La devaluación significa de hecho un enorme zarpazo al bolsillo de los venezolanos, en aras de paliar la patética situación fiscal del Estado, llevado a una crisis terminal por el régimen populista que dilapidó una auténtica lluvia de petrodólares.“No había que devaluar”, añadió Capriles, sino “dejar de regalar el dinero de los venezolanos a otros países”. Cifra que se estima en unos 7.000 millones de dólares anuales.Es probable que la denominada “regaladera” tenga que menguar de forma significativa en los próximos tiempos, con excepción de los subsidios a Cuba, con la cual el chavismo tiene una relación “umbilical”.Esto quiere decir que regímenes satélites de Caracas, como el de Evo Morales en Bolivia, podrán contar cada vez menos con los fondos discrecionales venezolanos.Un detalle importante: en un sistema donde el caudillo sólo aparecía asociado a las medidas populares, mientras que las más duras eran dejadas para sus segundones, a los que se usaba como chivos expiatorios, es sintomático que el gobierno interino le achaque a Hugo Chávez la orden de proceder a la brutal devaluación, incluso exhibiendo un documento supuestamente firmado por el convaleciente comandante.Una prueba más de que Chávez ya no está al mando…[email protected]