Yoani Sánchez: “El régimen cubano sigue existiendo por el apoyo político de Hugo Chávez”

yoani La célebre bloguera afirma que uno de los mayores problemas que aquejan a los cubanos es el miedo a expresarse. La ganadora del premio Ortega y Gasset en el 2008 sostiene que las políticas de apertura que se están desarrollando son más que necesarias para la permanencia del gobierno castrista en la isla caribeña.

¿Cómo analizas el nexo político que existe entre Hugo Chávez y los hermanos Castro?

En 1998, cuando Hugo Chávez apareció, Cuba iba camino a una serie de flexibilizaciones económicas. De pronto se perdieron el entusiasmo y el deseo de seguir profundizando en la inversión. La continuidad del régimen es responsabilidad de Hugo Chávez. Este gobierno, que tiene un sistema agonizante, ha llegado hasta aquí porque ha tenido los últimos 14 años la muleta económica y apoyo político de Chávez.



Dentro de este sistema al que consideras agonizante, ¿cuáles son los derechos que necesitan ser atendidos inmediatamente en Cuba?

Reclamo principalmente el derecho a la expresión. Que no se castigue ni se penalice a un cubano por dar a conocer una opinión. Nadie debería ser acusado públicamente como mercenario por criticar a la política cubana, ni arrestado, ni perseguido arbitrariamente, como sucede siempre.

¿Qué debe pasar en Cuba para que se pueda opinar sin miedo?

No creo que haya un camino más o menos efectivo, hay muchas maneras. Por ejemplo, yo escribo y a través de mi blog reclamo mis derechos. Si cada cubano se opusiera un instante de su vida a lo que nos han dado por establecido, este país sería otro.

¿Cuál es tu posición ante las políticas de apertura que está implementando Raúl Castro en los últimos meses?

Raúl Castro tiene un pecado capital que no puede solucionar por más que lo trate, y es que no fue un presidente electo, heredó el poder por vía sanguínea. Cuba está liderada por un clan familiar, entonces –por muchas reformas que impulse– a los cubanos solo nos queda tolerar. Él es una imposición y se ha dado cuenta de que su gobierno necesita ajustes o se viene abajo.

Efectos colaterales

¿Eres consciente del poder mediático que tienes?

El poder mediático y la fama son efectos colaterales a mi trabajo. Soy una persona con mucha predisposición a la introspección, entonces todo este cambio fue un poco personal, familiar y social. Pero, más allá de creer tener poder, solo quiero transmitir a mis compatriotas que cualquiera puede expresarse, que debemos de decir lo que nos aqueja y Cuba puede cambiar.

¿Cuáles son los mayores problemas a los que te has visto expuesta por manifestarte públicamente?

Llevo años recibiendo presiones, golpes, amenazas a mis amigos, presión a mi familia. En algunas ocasiones han intentado desnudarme; a pesar de todo eso los cubanos me buscan, quieren saber más, y eso quiere decir que Cuba está cambiando y que estamos abiertos al mundo.

Aun así, eres una de las pocas personas que se han atrevido a manifestar públicamente su postura sobre la política en Cuba.

Hay mucha gente que ha pasado décadas haciéndolo. La gran diferencia es que el mundo no tiene la misma mirada con referencia de lo que pasa en Cuba. Pocos se creen el sueño o la utopía de la isla de la esperanza; y, por otro lado, las redes sociales me han ayudado a alzar la voz. Fue quizá por eso que me ha tocado un tiempo de visibilidad mucho mayor.

¿Podríamos decir que es el empoderamiento que han otorgado las redes?

No quisiera llamarlo así. A otros en el futuro les tocará quizá tener mayor llegada. Actualmente yo puedo ser leída y escuchada por el mundo entero a través de Twitter, el Facebook, el blog, y decir algo pasa en este país que no es lo que me han contado.

¿Estás de acuerdo con las políticas educativas y sanitarias en tu país?

La gratuidad en ambos sectores es cuestionable. Cuando una persona tiene al mes un salario que no supera los 15 dólares, los servicios de salud, educación y varios otros deberían estar descontados. El nivel educativo en Cuba ha bajado enormemente y la salud no se cubre al 100 por ciento. La educación y la salud están lejos de ser ese estereotipo que se piensa en el extranjero.

La República – Lima