Crisis bilateral. A Bolivia sólo le queda esperar por el retorno de Bachelet


Bolivia-Chile: Impasse por soldados. Los ataques entre Evo y Piñera dejaron todo en punto cero y el vicepresidente García Linera echa más leña al fuego al afirmar que “Chile mostró una diplomacia improvisada”. En Santiago, el diputado Tarud dice que los uniformados fueron utilizados por el Gobierno de Evo Morales para tensionar las relaciones con Chile.

La relación con Chile tocó fondo, y sólo queda esperar por Bachelet

Página Siete, La Paz

Tras el impasse por los tres soldados, dos ex cónsules de Bolivia en Santiago señalan que el diálogo por el mar y cualquier otro acercamiento se podrá retomar recién con el siguiente Gobierno chileno. El Ejecutivo hace fuerzas por Bachelet.



Si bien lo ocurrido tras la detención de tres soldados bolivianos en territorio chileno fue de por sí el incidente más grave en mucho tiempo entre Bolivia y Chile, fue a la vez el colofón casi natural de una cada vez más deteriorada relación llena de agravios públicos entre sus presidentes en cuanto foro internacional participaron.

A inicios de la semana pasada, el presidente Evo Morales le dijo a su par Sebastián Pinera que es un “mal vecino” y que si quería vengarse por la campaña internacional que su Gobierno emprendió por la reivindicación marítima, que “se vengue con Evo” y no con los uniformados.

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La Cancillería chilena, como lo hizo antes varias veces el propio Piñeira, salió a responder y luego Morales y otras autoridades volvieron a enriquecer el debate iniciado el 25 de enero, cuando los tres dragoneantes del Ejército Boliviano cruzaron la frontera internacional mientras perseguían a contrabandistas.

Al cierre de esta edición era evidente que el caso de los soldados arribaría al fin a un desenlace, pero más allá de ello, dos ex cónsules de Bolivia en el país vecino consideran que no hay manera de recomponer las relaciones bilaterales en el corto plazo, y que sólo queda esperar al nuevo Gobierno chileno que asumirá en 2014.

“Se debe reconocer que el señor Piñera ya no es interlocutor. Estamos en un año de elecciones, ya ha demostrado fehacientemente hasta dónde quería y hasta dónde podía llegar y no se ha llegado a ninguna parte”, afirma el ex cónsul Roberto Finot.

Ramiro Prudencio Lizón, que ocupó el mismo cargo, sostiene que “habrá que esperar un cambio en La Moneda”, y que llegue un Presidente más abierto hacia la causa boliviana que, a todas luces, sería Michelle Bachelet.

Las elecciones presidenciales en Chile serán el 17 de noviembre, y es altamente probable que Bachelet sea reelecta. Una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, difundida a fines de enero, le da ganadora por 56% de votos.

Si bien la ex mandataria aún no ha oficializado o desestimado su candidatura, goza de enorme apoyo no sólo en su partido, sino en diversas esferas sociales, y esta semana se conoció que dejará su cargo de directora de ONU Mujeres en marzo, justo el mes para el que había anunciado una decisión final sobre su postulación.

De no ser ella, el mejor escenario para los intereses bolivianos sería que gane algún otro político de la Concertación, una alianza de partidos de centro e izquierda.

Del otro lado, por ley, Piñera no puede optar por un segundo mandato consecutivo, por lo que las cartas electorales del oficialismo de derecha son Laurence Golborne y Andrés Allamand, ambos ministros y seguidores de la línea conservadora del actual Mandatario.

Antecedentes y perspectivas

En 2006, Morales y Bachelet establecieron una agenda bilateral de 13 puntos que incluye la demanda marítima. Si bien al empezar su gestión la administración de Piñera la retomó, a fines de 2010 Chile congeló una cita en la que debía presentar propuestas “concretas, útiles y factibles” sobre el pedido boliviano; éste fue el comienzo del deterioro.

Aunque Prudencio cree que un eventual triunfo de Bachelet puede significar la reanudación de las “relaciones amistosas”, ¿cuánto podría afectar a futuro la agresiva política que el Gobierno boliviano emprende en estos días? ¿Podrá Bachelet hacer borrón y cuenta nueva y empezar las relaciones con buen pie, olvidando los ataques actuales?

“El malestar entre dos gobiernos también crea malestar entre los Estados, de eso no deben quedar dudas. Hay ahora un claro enfrentamiento entre Piñera y Morales, pero eso está afectando también las percepciones en las sociedades de ambos países”, explica el analista Alberto Zelada Castedo.

Una muestra de esto puede ser el evidente rechazo y encono que el público chileno mostró hacia el grupo musical que representó a Bolivia en el Festival Viña del Mar.

Sin embargo, César Navarro, viceministro de Coordinación con los Movimiento Sociales, sostiene que el clima actual de relacionamiento con Chile “es fundamentalmente por el posicionamiento del presidente Piñera, no es por la relación con el Estado y la sociedad chilena”, ya que por ejemplo “la relación comercial sigue normal”.

Zelada Castedo sostiene que “un simple cambio de Gobierno no recompone las cosas automáticamente, pero sí puede mejorar las condiciones para ver si se puede reconstruir lo que se ha destruido”.

En contacto con Ideas, Jorge Tarud, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Chile, sostuvo que el futuro Gobierno de su país propondrá a Bolivia diálogo, pero bajo la idea de que el 90% de la ciudadanía chilena no está a favor de “entregar territorio con soberanía”, elemento que “cualquier Gobierno, sea el actual o sea el futuro de Bachelet, va a tener que considerar”.

Más allá de estas eventualidades, Finot considera que Bolivia debe trabajar en función de marzo de 2014, cuando asuma el nuevo Presidente de Chile. Para ello sugiere que el Gobierno deje de introducir “más elementos de tensión en la relación bilateral”.

“Este trabajo -prosigue- debe consistir en tender puentes, fundamentalmente con los actores políticos que durante 20 años han manejado el Gobierno en Chile y que parece que podrían volver al año”.

García Linera: “Chile mostró una diplomacia improvisada”

EL VICEPRESIDENTE ARREMETE. El diputado chileno Jorge Tarud afirmó que los uniformados fueron utilizados por el Gobierno de Evo Morales para tensionar las relaciones con Chile.

image Los tres soldados tendrán un ascenso y serán condecorados por el presidente Morales en Palacio Quemado

EL DEBER

El vicepresidente Álvaro García Linera manifestó ayer que el episodio de los soldados fue un triunfo “de la verdad histórica” boliviana y que ese conflicto desnudó una “diplomacia chilena improvisada” que tuvo que admitir su error con el regreso de los jóvenes militares, mientras que adelantó que a la larga Bolivia se impondrá de la misma forma en el tema marítimo.

Desde Santiago, el presidente de la comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud, señaló a EL DEBER que es positivo que los tres soldados hubiesen retornado a Bolivia, porque eran “utilizados por el Gobierno del presidente Morales para tensionar las relaciones con Chile y tener un efecto y un impacto comunicacional como el que ha tenido, exacerbando el nacionalismo y evidentemente que eso fue muy negativo”.

Por su parte, García Linera manifestó: “Lo que (Chile) ha mostrado es una diplomacia chilena improvisada, que ha roto todos los protocolos de la relación entre Estados y el derecho internacional y ha tenido que admitirlo. Lo que ha ocurrido es una capitulación jurídica del Gobierno de Chile ante la verdad histórica de Bolivia, estos asuntos se resuelven de manera diplomática, no con juzgamientos ilegales”.

Por lo tanto, asumió lo ocurrido como una “pequeña victoria pero muy emblemática de la verdad que siempre ha levantado Bolivia en todos los temas. En torno a nuestro derecho de salida al mar, en el tema de los soldados y ayer, el mundo y Chile nos dieron la razón. Tarde o temprano, la verdad que empuña Bolivia volverá a triunfar”.

Fue improcedente

El exmandatario Carlos Mesa manifestó en una entrevista a La Tercera, de Chile, que el camino que siguió la Cancillería chilena de llevar a la justicia ordinaria a los soldados bolivianos fue absolutamente improcedente, dado que eran militares cumpliendo una tarea de lucha contra el contrabando, que representan formal y oficialmente a las FFAA de Bolivia y, en consecuencia, al Estado boliviano.

El lunes, en Palacio de Gobierno, el presidente Evo Morales condecorará en un acto especial a los soldados Augusto Cárdenas, Álex Choque, y José Luis Fernández, que estuvieron detenidos en Chile desde el 25 de enero pasado, acusados de incursionar en territorio chileno con un fusil.

García Linera, presidente nato del Congreso, señaló que aunque no hay fecha, coordina con las presidentas de las dos cámaras otro homenaje de la Asamblea Legislativa

La crónica 

1 Los tres soldados fueron capturados el 25 de enero en la frontera y un día después recluidos en la cárcel de Alto Hospicio, de Iquique.

2  El pasado lunes un juez autorizó su salida del penal de alta seguridad, pero ante la negativa de los jóvenes de someterse a un proceso abreviado, los arraigó.

3  Un día después la Fiscalía llamó a la defensa de los soldados para proponer la suspensión condicional del proceso, que se consumó ayer.

Análisis 

Perjudica la demanda marítima

Armando Loayza | Excanciller

La forma de arreglo demoró demasiado porque en los últimos años, Bolivia y Chile definieron mecanismos, procedimientos y normas de cooperación fronteriza en muchos aspectos.

En esas normas están definidas las formas para superar estos desencuentros, incidencias, diferencias o controversias sobre cuestiones fronterizas. Sin embargo, creo que el tema de los soldados generó una inútil tensión en la relación entre ambos países y perjudicó la demanda marítima.

Era un caso que podía ser resuelto por esos procedimientos, pero no se hizo uso de esos acuerdos; mientras tanto, ambos Gobiernos se enzarzaron en un debate hostil que deterioró aún más las relaciones y la buena voluntad de ambos países para abordar el tema de fondo de la agenda bilateral y el tema marítimo.

En la última declaración del presidente Sebastián Piñera he notado un endurecimiento y retroceso porque habla de que no está dispuesto a ningún tema de soberanía con Bolivia.

Chile retrocedió y es mucho más duro con Bolivia.