El multimillonario ruso Boris Berezovsky, fuerte crítico del presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha sido hallado muerto en su casa del condado de Surrey, a las afueras de Londres. Por el momento, se desconocen las causas del fallecimiento del empresario, aunque su abogado, Alexander Dobrovinski, ha apuntado en el canal ruso 24 que se trataba de un suicidio; un amigo de la familia lo niega. La policía británica considera esta muerte como "algo inexplicable" y ya ha puesto una marcha una investigación.
Berezovsky vivía en el exilio en el Reino Unido desde que Vladimir Putin subió al poder en Rusia. Desde allí financiaba a la oposición rusa. Su yerno, Egor Schuppe, indicó que Berezovski estaba deprimido y que había suspendido el contacto con amigos y allegados. Los medios habían especulado en el último tiempo sobre problemas financieros de Berezovski. Al parecer, ofreció varias obras de su colección de arte a la venta.
También había tenido un enfrentamiento empresarial con el dueño del club inglés Chelsea, el también ruso Roman Abramóvich.
El año pasado, Berezovsky, de 67 años y que iba a todas partes con guardaespaldas, había perdido una batalla legal de unos 3.750 millones de euros contra Abramovich por considerar que éste le había intimidado para vender acciones en la petrolera rusa Sibneft por una "fracción" de su valor real.
Sin embargo, las acusaciones del oligarca ruso fueron rechazadas por el Tribunal comercial de Londres. Tanto Berezovsky como Abramóvich consiguieron amasar cuantiosas fortunas en la Rusia de Borís Yeltsin.
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El oligarca ruso -matemático en la era soviética y amigo de la familia de Yeltsin- inició su carrera empresarial con un concesionario de automóviles, pero después, con la llegada de Putin al poder, huyó a varios países y se estableció en el Reino Unido.
En la capital británica, Berezovsky acudió a la justicia en octubre de 2011 para acusar a Abramóvich, uno de los millonarios más conocidos de Londres, de haberle obligado a vender su participación en Sibneft por "un valor sustancialmente inferior al verdadero mediante amenazas".
Pero ninguno de los dos contendientes consiguió aportar pruebas documentales para apoyar su versión sobre un caso en el que ambos magnates se remontaron a su relación en los años 90.
Según señaló en su día el Tribunal de Londres, Berezovski fue un testigo "impreciso y poco fiable".
Berezovsky fue amigo del ex agente secreto ruso Alexandr Litvinenko, que fue envenenado en Londres con una sustancia radiactiva a finales de 2006.
El Mundo – España