Llevan once años en la escena local. Su repertorio incluye más de 600 canciones de diferentes ritmos. Su agenda está a ‘full’ hasta diciembre de 2014

“El nuestro es un grupo que divierte al público. Y nosotros disfrutamos en el escenario”, explica con entusiasmo la cantante. Madre de dos niños, de siete y dos años, lleva nueve años casada con Juan Narbaja, fundador y director musical. “Obviamente nos conocimos en el escenario”, dice sonriente esta administradora de empresas.
El mismo énfasis y energía que le imprime a sus palabras, Vanessa los traslada al escenario donde convierte los shows en verdaderos espectáculos. “Nosotros no ponemos publicidad en ninguna parte. No necesitamos: nuestros shows son nuestra forma de darnos a conocer”.
Durante tres años consecutivos fueron los animadores de la fiesta de fin de año en el Country Club Las Palmas; además tocaron en todas las bodas y graduaciones de colegios tradicionales de la ciudad.
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Al respecto, detalla que la gente contrata con mucha anticipación, sobre todo los novios y los graduados; gracias a esto ellos pueden elegir las presentaciones que realizarán.
“Somos el grupo más solicitado, pero detrás hay una larga experiencia, sacrificio de muchos años y, además, buscamos la perfección. Nos preparamos: vamos al gimnasio, pasamos cursos de baile para las coreografías y tres de los cantantes hablamos perfectamente inglés”, responde sin dudar.
Pero más allá de la preparación y de la experiencia, la inversión es parte del éxito de Poker ya que en equipamiento técnico del sonido el grupo cuenta con micrófonos e instrumentos inalámbricos valuados en más de $us 40.000.

Los rostros de la banda en el escenario son Vanessa, junto a su esposo, Juan; además de Marco Justiniano (ex Azul Azul), Silvestre Chávez y Daniel Quiñones.
“Sobre el escenario somos cinco, pero nos colabora un asistente, un fotógrafo y editor, dos bailarines, un director musical, un sonidista y un actor, sumando en total 12 integrantes”, detalla la artista.
Poker interpreta música de todos los géneros y autores, que incluye un repertorio de más de 600 canciones, de todos los ritmos, épocas y países. Pero lo más solicitado en las fiestas son las cumbias y la música electrónica de moda.
“Lo más importante no es tanto qué se toca, sino cómo lo interpretamos” aclaró Vanessa. Incluso canta en diferentes idiomas: portugués, italiano e inglés.
Sobre los precios del show, indicó que las cifras varían si el festejo se realiza en días hábiles o en fin de semana; y de la época del año.
Al consultarle si compiten con otros grupos locales, sostuvo que no porque, pese a que existen muchos grupos musicales en la ciudad y que algunos tratan de imitarlos, Poker es la primera opción para la gente que quiere lo mejor en su fiesta. “Vendemos diversión a través de la música”, concluye.
Fuente: www.eldeber.com.bo