Llegó a Bolivia el hermano menor del Che y recuerda su vida. Martín Guevara está de paso por La Paz y conversó con EL DEBER sobre un mito, su hermano, el comandante Che Guevara.
Martín Guevara tenía 10 años cuando su hermano Ernesto, el Che, salió de Argentina.
El Deber, La Paz
No le pregunto cómo era el Che, ¿cómo era su hermano Ernesto Guevara?
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Hay una diferencia de edad de 15 años, yo soy el menor de los cinco hermanos. El pequeño, al que molestaba o con quien jugaba o lo llevaba al fútbol.
¿Cómo fue la partida?
Yo tenía 10 años. Si uno se pone a pensar que despedía al Che, ¡uh! para mí se fue mi hermano, el cargoso, un tipo que siempre hacía chistes. Él se recibió de médico y se fue. Eso fue todo.
Se fue a Cuba y se convirtió en autoridad política, ¿cómo recibió esto la familia?
Lo fuimos recibiendo poco a poco. En 1959 fue el primer contacto que tuvimos y ya era un comandante importante. Fue creador del primer periódico de la revolución, de la radio Rebelde. Creó el Departamento de Reforma Agraria, que dio paso luego al Ministerio de Industria, que él dirigió posteriormente como titular de cartera.
¿Qué sabor dejó en la familia la presencia de Fidel Castro en la vida de su hermano?
Un amigo, un compañero, un jefe de él. Yo puedo decirte que él es, aparte de un gran estadista, un hombre con una sensibilidad fuera de lo común, como lo fue el Che, no por nada ambos hicieron lo que hicieron en una isla. Fuera de lo común.
¿Alguno de ustedes se enteró de que él estaba en Bolivia?
No. Uno se podía imaginar muchas cosas, pero nada claro.
¿Se eligió bien el lugar de la guerrilla en Bolivia tomando en cuenta que los campesinos de esa zona eran dueños de sus tierras?
Eso tiene que ver con la concepción que podían tener Fidel y el Che. Muchos dicen que fue el momento en que Fidel le soltó la mano, no creo que sea así. Es una suposición. Uno no lo dirá porque está muerto y el otro tampoco, aunque vive.
¿Por qué fracasó?
Eso que lo discutan los bolivianos. No sé si lo tienen claro.
¿Cómo recibió la noticia de la muerte y cómo la asumieron?
Yo sabía que era una posibilidad por lo que estaba haciendo. Su muerte para mí fue un golpe, pero no inesperado. Tenía la impresión de que estaba en Bolivia por las noticias que llegaban y que algo pasaba. Se me fue haciendo la idea. Cuando vi la foto, supe que era él.
¿Fue a La Higuera?
Nunca, esta es mi primera vez en Bolivia. Acá es más fácil llegar, allá hay que ir, debe haber una preparación no solo anímica, sino hasta física.
Si no hubiera muerto, ¿a dónde cree que habría llegado?, ¿a ser presidente?
Presidente, ¿de dónde?
De Argentina no creo, por eso, ¿incomodaba a Fidel?
Hubo siempre amistad y franqueza, lo que no indica que no había diferencias. En Cuba había gran dependencia en el campo socialista y la necesidad que veía el Che de liberar el Tercer Mundo. Ambas podían caminar o no. Lo peor que puedo pensar es que a Fidel como estadista le podía convenir que triunfara la revolución y que el Che fuera presidente de quién sabe qué confederación latinoamericana y ser beneficiado como gran estadista cubano.
¿Es un mito?
Que lo siga siendo para quien quiera tomarlo como tal.
¿Su muerte lo inmortalizó?
La muerte no inmortalizó al Che, fue lo que hizo en vida.