Expresidentes del Banco Central de Bolivia (BCB) afirman que la nueva ley de Bancos “va en mala dirección”.
Juan Antonio Morales y Armando Méndez expresaron a EL DIARIO sus cuestionamientos al proyecto que cursa en la Asamblea Legislativa y ambos coincidieron en señalar que el proyecto podría empeorar los inconvenientes del sistema financiero nacional.
La próxima aprobación del proyecto de Servicios Financieros y que reemplazará a la ley de bancos vigente hasta hoy agravará los problemas que enfrenta el sistema bancario nacional debido a la intervención del Estado en la fijación de tasas de interés y la orientación del crédito hacia sectores que el Gobierno considera preferentes como el productivo y la vivienda.
Ése es el criterio manifestado por los expresidentes del Instituto Emisor, Juan Antonio Morales y Armando Méndez, quienes observaron el proyecto de ley a partir del texto del proyecto que será debatido en los próximos días en la Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Cámara Baja. El ministro de Economía, Luis Arce, sostuvo a principios de la semana que el Gobierno “no modificará los fundamentos del proyecto que defienden al consumidor financiero y no a los banqueros”. Arce de esta manera dio por cerradas las conversaciones con el sector privado.
Morales fue enfático al señalar que “la ley de Bancos está yendo en una mala dirección. Lo que se necesita es dotarle de más eficiencia al sistema bancario, pero poniendo límites a las tasas de interés se va ir en sentido contrario de ese objeto de que se consiga más eficiencia del sistema bancario”, indicó el economista.
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Por su parte, Armando Méndez manifestó que “el proyecto de nueva ley de Bancos no representa un avance para el desarrollo financiero y económico del país. Es un retroceso a lo que en Bolivia se hacía hasta el año 1985”. Recordó que en ese tiempo, lo rutinario era la fijación de las tasas de interés por el Gobierno y los bancos estaban obligados a mantener una determinada composición del crédito bajo el denominativo de “Política Selectiva del Crédito”.
Morales observó la elevada liquidez existente en el sistema financiero nacional a pesar de las cifras que ha informado el Gobierno en sentido de que los depósitos superaron al finalizar el primer cuatrimestre $us 13 mil millones. El crecimiento también ha sido significativo en el número de cuentas bancarias que supera los 6.6 millones, habiéndose elevado sensiblemente en los últimos años como consecuencia de la liquidez de la economía. (El Diario).
Expresidentes del BCB afirman que la nueva ley de Bancos “va en mala dirección”
Ante la inminente aprobación en la Asamblea Legislativa.
Dos expresidentes del Banco Central de Bolivia expresaron sus cuestionamientos al proyecto de ley de Servicios Financieros que cursa en la Asamblea Legislativa. Ambos coincidieron en señalar que la fijación de tasas de interés podría introducir “pérdidas de eficiencia”.
“La ley de bancos está yendo en una mala dirección. Lo que se necesita es dotarle de más eficiencia al sistema bancario pero poniendo límites a las tasas de interés; se va ir en sentido contrario de ese objeto de que se consiga más eficiencia del sistema bancario. El sistema como está funcionando actualmente no es eficiente que uno desearía, a pesar de los números que nos muestra (el Gobierno) sobre los depósitos, la liquidez y cartera siguen con exceso de liquidez, no llegan a colocar la liquidez. Por otro lado, el trato al público usuario no es el deseado. Todo esto no se va a mejorar poniendo techos a las tasas de interés activas (créditos) y pisos a las tasas pasivas (ahorros)”, manifestó Juan Antonio Morales, expresidente del instituto emisor, quien es distinguido profesor de la Universidad Católica desde enero del 2012.
Cuando se le preguntó si con la intervención estatal en los precios se eliminaría el libre mercado, dijo que lo que ocurre es que la fijación de tasas por parte del Estado lo que hace es restringir el mercado. “Yo no diría la eliminación del mercado, pero si se fijan las tasas de interés se restringe ciertamente el mercado. Pero lo más grave en mi opinión es que se pudieran introducir (con la intervención estatal) pérdidas de eficiencia en un sistema que no es del todo eficiente que uno deseara y por ello será menos eficiente todavía”.
Al comenzar esta semana el ministro de Economía, Luis Arce, manifestó que los fundamentos del proyecto de ley no serían modificados. Entre estos, están la fijación de las tasas de interés para el sector productivo y la vivienda. Arce reconoció que el Gobierno no modificaría tales aspectos e insistió que lo que se busca es beneficiar a los consumidores financieros. Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia, planteó que el proyecto debiera preservar el sistema financiero integralmente.
“UN RETROCESO”
Por su parte, Armando Méndez Morales señaló que “el proyecto de nueva Ley de Bancos no representa un avance para el desarrollo financiero y económico del país. Es un retroceso a lo que en Bolivia se hacía hasta el año 1985. En esos tiempos, lo rutinario era la fijación de las tasas de interés por el Gobierno y los bancos estaban obligados a mantener una determinada composición del crédito bajo el denominativo: “Política selectiva del Crédito”. Esta política se acentuó en los años 70, durante el primer gobierno de Hugo Bánzer. Los resultados no fueron nada buenos, por decir lo menos”. Méndez Morales fue presidente del ente emisor en la década de los años 80.
Consultado Morales si con el decreto 21060 se modernizó el sistema bancario dijo que “sí, pero no todavía lo suficiente”. Los bancos se quedan con mucha liquidez, esa es la prueba de ineficiencia. Por otro lado, mencionó las diferencias entre tasas pasivas y tasas activas (spread bancario) es tan grande que es la prueba más palpable de la ineficiencia del sistema financiero. Recomendó que “los costos deben ser controlados, tal vez porque no hay suficiente competencia todavía así podría haber un mayor crecimiento”, indicó.
Méndez explicó que “no será una tarea fácil querer fijar desde el Gobierno tasas de interés en mercados crediticios muy variados. Por este motivo, el Gobierno quiere que se determine mediante decreto supremo y no por ley. El problema se presentará cuando se fijen estas de intereses, que nunca serán de equilibrio, no se podrán reajustar hacia arriba las tasas activas cuando se requiera y como lo hace el mercado, lo que puede generar en el futuro graves desequilibrios en el sector. Esto explica por qué en el mundo la práctica generalizada es la libertad de tasas de interés”, precisó.
El Diario, La Paz