Alejandro Brown I.*
Amén de las disputas políticas entre la Gobernación cruceña y el Gobierno Central, el departamento con mayor expansión económica y poblacional de Bolivia requiere con suma urgencia implementar un programa de Policía Metropolitana, similar a los existentes en las principales ciudades del mundo.
Con casi tres millones de habitantes y recursos económicos extraordinarios, Santa Cruz es el departamento más poblado del país, seguido de La Paz y Cochabamba, según los datos del Censo de Población y Vivienda 2012. Sin embargo, la flota policial cruceña es la más baja.
En Bolivia hay un policía por cada 366 ciudadanos. Esta relación está lejos del estándar internacional que establece que debe haber un uniformado por cada 150 habitantes. Asimismo, más de un tercio de los agentes nacionales está concentrado en el departamento de La Paz.
La relación policías-población se aleja aún más del estándar internacional en Santa Cruz. Los datos revelan que hay un policía por 582 habitantes, pese que el Comando cruceño señala que hay un uniformado por cada 495 ciudadanos. Por eso la proliferación de pandillas violentas que dejan heridas o muertas a sus víctimas, robos agravados, ajustes de cuentas, y horrendas violaciones que atemorizaron y consternan a la población cruceña.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La gente en Santa Cruz está indignada y con un nudo en la garganta por la infinidad de delitos que la ponen en zozobra diariamente. Pero al Gobierno del MAS poco y nada le importa el flagelo de la inseguridad ciudadana. Las autoridades del Ministerio de Gobierno solo aparecen para la foto cuando presentan a algún malhechor, además de pasar vergüenza cuando el supuesto delincuente resulta ser inocente, como en los casos de la violación y asesinato de la niña Mayerlin Gira o del comerciante acribillado cerca al Parque Urbano, Honorio Rodríguez.
En el primero de ellos, el supuesto culpable para la policía, Roly Roca, tuvo que sufrir casi un año en Palmasola hasta que comprobó su inocencia. Mientras que en el último caso, el ciudadano brasileño Adao Nilson Souza Silva dejó en ridículo al ministro Carlos Romero y sus vástagos.
Ahora, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, anuncia con bombos y platillos la realización de una nueva cumbre de Seguridad Ciudadana en Sucre. Otro saludo a la bandera y oportunidad para los figuretis de tomar un cafecito.
Cuando Rubén Costas recibió un balazo que rozó su cabeza por parte de delincuentes en el 2011, se armó tal escándalo que las autoridades nacionales decidieron realizar una Cumbre similar. En dicho evento se analizaron las actividades para combatir los hechos delincuenciales en las ciudades capitales y decidieron unir esfuerzos entre la Gobernación, el Municipio y la Policía, pero nada de esto se materializó.
Este evento nacional, que reúne a toda la cúpula encargada de brindar a los ciudadanos seguridad, se volvió a realizar en Tarija y Cobija, sin que después de dos días de discursos encendidos y planes que nunca se cumplen, haya tenido resultados. Un gasto más para los contribuyentes, porque la famosa Cumbre la pagamos todos los bolivianos y no obtenemos ningún resultado.
Al parecer la única respuesta del Centralismo y la Policía bajo sus órdenes, es castigar al supuesto delincuente y encontrar chivos expiatorios, olvidándose de la prevención, que es lo más importante.
¿O acaso con mostrar al homicida en una conferencia de prensa y anunciar que le caerá todo el peso de la ley, le devolverá a la familia doliente a su padre, madre o hermano asesinado? ¿O con atrapar al violador se le restituirá su inocencia perdida a esa niña vejada? De ninguna manera, la única forma de llevar a cabo una verdadera seguridad ciudadana es con campañas de prevención, con más policías, con mejores equipos y con calidad ética y profesional de los uniformados, eliminado la corrupción. Cumplir estos requisitos para la Policía Nacional es imposible.
Por ello, el Municipio de Santa Cruz de la Sierra integró a sus filas más de 500 gendarmes, que si bien no realizan la tarea específica de brindar seguridad ciudadana, cumplen la labor de cuidar las plazas, parques y algunos eventos públicos, elevando la sensación de confianza entre los pobladores.
Similar plan debería efectuar ya la Gobernación cruceña. Convocar a personal idóneo, entrenarlo y armarlo para que combatan al crimen. Formar una verdadera Policía Metropolitana para la ciudad con mayor población de Bolivia. Empezar a operar las cámaras de vigilancia que se instalaron por toda la urbe y que nadie controla.
Aquí el Gobierno del MAS también tiene que poner su parte, si en verdad quiere brindar seguridad a los ciudadanos. Despojarse de sus actitudes dictatoriales y dejar que Santa Cruz organice su Policía adecuada para este departamento, sin trabas ni argumentos chicaneros como “separatismo” o “independentista”.
El Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz debe de una vez por todas hacer valer su nombre de “AUTÓNOMO” y decidir por cuenta propia, más aun si es algo tan necesario e imperante para la sociedad cruceña.
*Perseguido político