Se trata de eventos privados en domicilios particulares donde se cobra entrada, se vende alcohol a menores y no existe control sobre la venta de drogas. Se organizan en todo el país
“No existen las más mínimas garantías de seguridad para los presentes, son un problema cada vez más frecuente que se da en todos los departamentos del país, dijo al diario uruguayo El País la directora de Espectáculos Públicos del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay, Alejandra Pacheco.
Según la funcionaria, se trata de una nueva modalidad, “propia de modos y estilos de vida de otros lugares”, dijo.
“Esto es frecuente en Montevideo y Maldonado, pero también ocurre en Colonia, Soriano o Rivera, donde estamos trabajando con autoridades y organizaciones sociales para lograr un mayor control sobre estos eventos”, señaló.
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Pacheco explicó que la Constitución impide ingresar a un domicilio particular en horas de la noche, por lo que el INAU se limita a presentar una denuncia policial cuando constata que en una casa hay una fiesta con venta de entradas, ingreso de adolescentes y consumo de alcohol.
Precisó que en Montevideo es común que dichas fiestas se organicen en casas particulares o vacías que se alquilan para tales efectos. “Con este tipo de modalidad, vamos a tener niveles de riesgo e intoxicación que se habían logrado controlar”, lamentó.
Estos "festejos" en Uruguay se suman a otras celebraciones que se propagan por América Latina: las fiestas semáforo y el carrusel sexual.
Las fiestas semáforo están organizadas por adolescentes y para ellos. Según difundió el diario peruano La República, cada vez son más los jóvenes peruanos que participan.
Estas celebraciones tienen reglas claras para establecer relaciones sexuales. Un factor distintivo es el uso de brazaletes de colores. Así, el rojo indica que el asistente tiene pareja o está acompañado; el amarillo, que tiene dudas para iniciar una relación, y el verde, que está dispuesto a todo.
En Colombia, empieza preocupar el carrusel sexual. El polémico juego consiste en formar una ronda donde todos deben bailar. Los jóvenes penetran a las adolescentes rápidamente, pero cuando alguno eyacula, pierde y sale del juego.
Desafiar y descubrir todas las sensaciones del cuerpo hasta llevarlas al límite es el objetivo del Carrusel, que está de moda entre los adolescentes de Medellín.
Fuente: Infobae