Todo equipo capaz de reproducir audio que se precie nos ofrecerá la posibilidad de ecualizar. El proceso de ecualización sirve para lograr que todo el espectro o rango de frecuencias de una pista adquiera una intensidad (en dB) “plana”, es decir, sin picos.
Aunque en el proceso de grabación, mezcla y máster de una canción o álbum ya se lleva a cabo este proceso, cuando utilizamos otro medio de reproducción, los altavoces, auriculares, etcétera, siempre tienden a potenciar las frecuencias graves, medias o agudas.
En la imagen superior tenéis una imagen que seguro que a más de uno le es familiar. Lo anterior es un espectro de frecuencias en forma de barras. A medida que nos “acerquemos” a la izquierda estaremos tratando con frecuencias cada vez más agudas y, por el contrario, cuanto más a la derecha, más graves serán las frecuencias con las que “juguemos”.
Las frecuencias son nombradas según un número acompañado de “Hz” y se comprende que cuanto menor es el valor, más agudo y, cuanto mayor, más grave. Donde veis que pone “kHz”, significa que el valor se multiplica por mil, la “k” es de “mil”, “kilo”. Por ejemplo, 44 Hz sería más agudo que 1 kHz = 1000 Hz.
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Las barras que representan cada frecuencia se miden, en cuanto a la intensidad de cada una, en dB. En la representación gráfica, las barras más altas son las que alcanzan un mayor valor de dB. Cuanto mayor sea el valor de dB, más “alto” escucharemos esa frecuencia y, por tanto, si una frecuencia “sobresale” entre las demás, habrá que ecualizar para optimizar la reproducción.
Este pequeño gráfico nos puede ayudar para comprender la ecualización. En el lado izquierdo hay tres “botones” y un de ellos está “clickado”, el del centro. El que está más arriba se selecciona si lo que queremos es hacer un tratamientoindependiente de las frecuencias, es decir, que si manipulamos la intensidad de una frecuencia, no se vean alteradas las demás. El del centro sirve para que exista una dependencia suave en la intensidad de las frecuencias, es decir, si manipulamos la intensidad de una frecuencia, las más cercanas se verán levemente afectadas. Por último, el “botón” inferior provocará que la dependencia de la intensidad de las frecuencias sea máxima y, por tanto, cuando manipulemos la intensidad de una frecuencia se vean muy afectadas las colindantes.
Una tabla excelente para poder ecualizar “de oído” es la siguiente:
Subgraves: 20Hz-80Hz
Graves: 80Hz-250Hz
Medios: 250Hz-1.2Khz
Medios agudos: 1.2Khz-5Khz
Agudos: 5Khz-20Khz
Claramente esta es una guía para principiantes que desean mejorar la experiencia en la reproducción de sus pistas y ecualizar “de oído” no es ni mucho menos un proceso con el que vayamos a lograr una experiencia de escucha profesional, pero nos dará ciertas habilidades para la manipulación de audio.
Todos sabemos diferenciar entre el “pum-pum” de los bombos electrónicos de la música house y el “tin-tin” que hace el platillo en una pista de Rock, ¿no? Pues entonces todos tenemos una noción básica de lo que es agudo y lo que es grave. Teniendo en cuenta esto, si realzamos las frecuencias graves, es decir, si aumentamos la intensidad de una frecuencia grave, conseguiremos que en la reproducción tenga más presencia ese “pum-pum”, por ejemplo.
Aquí tenemos una captura de pantalla del ecualizador de Android. En este caso está activado un “preset” de Rock que nos vale como ejemplo para la explicación. En un tema de Rock, lo que mayor presencia tiene es la batería. Una batería es un instrumento de percusión en el que predominan los sonidos graves y los agudos y, sin embargo, las frecuencias medias no tienen demasiada presencia.
En el caso de la ecualización que vemos en la captura de pantalla lo que se ha tratado de lograr es precisamente eso, que la mayor presencia la adquieran las frecuencias más bajas y las más altas, dejando las medias inalteradas.
Sin embargo, vemos que casi todas las barras sobrepasan los 0 dB, lo cual puede resultar en distorsión, ¿está esto bien? No, las barras no deberían alcanzar, en realidad, intensidades tan altas. Pero, todos los equipos con sistema operativo Android están limitados en la intensidad de salida (master), así que por temas de distorsión no deberíamos tener que preocuparnos (ojo, que se da el caso). En cuanto al “refuerzo de graves” y el “efecto 3D” del ecualizador de Android, poco hay que decir. El ecualizador por defecto en Android es bastante mejorable, por suerte, existen muchísimas otras opciones en la Play Store de Google.
Fuente: Movilzona