Subcentral TIPNIS. La justicia de Beni dictó la aprehensión el 10 de julio y cambió la vida a los tres dirigentes indígenas acusados. Nadie explica el futuro del proceso.
Nuni transformó el refugio-dormitorio en su nueva oficina de trabajo. Foto El Deber.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
EL DEBER, Santa Cruz, BOLIVIA
Hay cinco cabañas de tacuara al lado de la Subcentral Tipnis, en Trinidad. Son las 7:00 y en el exterior los dirigentes Fernando Vargas, Adolfo Chávez y Pedro Nuni, que tienen en su contra una orden de arresto desde el 10 de julio, ya están de pie y tratan de explicar cómo es que la justicia dicta un mandato de arresto y nadie lo ejecuta en 39 días.
Dormitorio, oficina y refugio. Todo a la vez. Así viven los tres líderes de la octava y novena marcha por el Tipnis desde que el juez Jesús Martínez dispuso su detención, a pedido de la Fiscalía, por supuesta tentativa de homicidio. Según Chávez, dentro de la Subcentral Tipnis la Policía no actúa para no repetir la represión de Chaparina, y su situación es similar a la de refugiados en una embajada, como lo que ocurre con el senador Róger Pinto en la representación de Brasilia en La Paz o como el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en Londres.
La pregunta es, ¿cuándo?
“Cuando sea el momento político adecuado para arrestarnos”, responde Vargas. Para ellos está claro que la denuncia en su contra, de ser responsables del castigo y expulsión del líder de Conisur, Gumercindo Pradel, es movida por políticos.
La denuncia la presentó Melva Hurtado, dirigente de la Cidob afín al Gobierno, pues considera que el castigo a Pradel, ocurrido el 20 de junio en San Pablo del Isiboro (Tipnis), puso en riesgo la vida del dirigente cochabambino y fue culpa de los líderes de la marcha. El registro de video del fotógrafo Samy Schwartz da cuenta de que Pradel fue detenido y arrastrado, pero que el castigo con azotes no se concretó.
La fiscal de distrito de Beni, Wilma Blazz, en días pasados, negó influencia del Gobierno en el proceso. Aseguró que es cuestión de que los acusados se presenten a declarar ante el juez; pero no explica por qué, si el proceso es correcto, no se ejecuta el arresto.
Y esto ha significado un cambio: Nuni, que tiene casa en Trinidad, se trasladó con su esposa y sus hijos a una de las cabañas de la subcentral. Allí atiende sus funciones de secretario de Desarrollo Indígena de la Gobernación de Beni. Chávez vive solo, es su vecino. Desde allí coordina con dirigentes y recibe visitas, muy a menudo del líder cívico David Coca
Para saber
Aguardan comisión de la iglesia
Los originarios solicitaron, a través de la Iglesia católica boliviana, la intermediación del papa Francisco en su proceso.
El "vice" los cuestiona
García Linera ve la acción de los cívicos benianos como prueba de una alianza con la "derecha".
Un pedido de asilo sin consenso
Los dirigentes acusados dicen que son inocentes y, por ende, no buscarán refugio en ninguna embajada, como propuso Rafael Quispe.