“Chelelo” Añez: “Me reinventé por completo en Miami»

Por Elenir CentenarocheleloA Guido Añez Moscoso lo conozco hace más de 30 años. La primera vez que nos vimos fue en la capital paraguaya donde llegó el 22 de julio de 1980 en calidad de refugiado político del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tras el golpe de Estado de Luís García Mesa. Las ocurrencias de “Chelelo”, entonces joven activista del MIR, eran infaltables a la hora del almuerzo y con su simpatía se ganó el cariño de los estudiantes bolivianos que compartíamos la misma casa, la de doña Rosita, aquella guapa paraguaya que cuando llegaban los policías se arrodillaba frente a ellos no sé si para defendernos o entregarnos porque siempre había el estigma de que todos éramos comunistas o narcotraficantes. De cierta forma “Chelelo” “tenía culpa” en la apreciación de doña Rosita porque en las sobremesas nos hablaba de su admiración por el Che Guevara y nos convocaba a asumir la causa socialista, algo que sonaba raro en un país doblegado por una dictadura fascista. Ya en los años anteriores habíamos despertado sobresaltados por militares con armas de grueso calibre apuntándonos a la cara y exigiendo a gritos nuestro pasaporte estudiantil, documento que guardábamos como oro en la mesita de noche ante la requisa anunciada tras la muerte del también dictador nicaragüense Anastasio Somosa abatido a tiros en Asunción por un comando terrorista internacional. Cuando la Policía del régimen del dictador derechista Alfredo Stroessner ingresó en otra ocasión a nuestra vivienda, encontró a varias compañeras en flagrancia quemando en el inodoro ejemplares de la revista brasileña Veja que usábamos como lectura paralela a las clases de periodismo en la Universidad Nacional de Asunción aún sabiendo que no estaba permitida esta publicación por su presunto tinte izquierdista. “Chelelo” estudiaba en otra Universidad, en la Católica, y el año que llegó completó la carrera y se graduó de abogado. Un día lo acompañamos a hacer la limpieza de la habitación que le concedió ACNUR. Ahí lo vimos triste. Se quebró al sentirse sólo en ese cuarto donde no había ni un catre decente y decidió irse a nuestro cómodo hotelito donde había ropa de cama y comida calienten para todos. Fue un año muy lindo. Retornó a Santa Cruz, descolló en la política y ocupó cargos importantes. De nuevo el exilio lo marcó, esta vez en Miami, Estados Unidos. Por esas cosas de la vida viajé de vacaciones a la Florida en julio pasado, pero por cuestiones de tiempo no lo pude contactar. Me quedé con el corazón quebrado. Cuando él supo que no lo visité, me espetó: “No puej Kika (como me llaman mis amigos), voj me tenés que acompañar en todos mis exilios”. Me lo dijo en broma, pero me sentí en deuda y hoy lo acompaño desde esta entrevista que me concedió por correo con mucho cariño.¿El envío de la carta al Papa Francisco es la primera señal de que los exiliados han iniciado una campaña internacional para retornar al país?Siempre se hacen actos en el exilio, sobre todo académicos más que políticos por la limitación que existe para ejercer la política en países ajenos y donde nos han acogido. La carta al Papa Francisco es una de esas acciones, no es un pedido de los exiliados, es una adhesión al documento de la Iglesia Católica Boliviana sobre la situación de los derechos humanos y el deterioro de la democracia donde plantea una amnistía general e irrestricta como una forma de reencuentro de todos los bolivianos.Son 777 exiliados o perseguidos políticos que están en el exterior: ¿que lectura tienen los medios de Estados Unidos sobre lo que pasa en Bolivia?Bolivia no es un país que tiene peso propio en el concierto internacional, el gobierno de Evo, actúa en política internacional en concordancia con los países del ALBA, (Cuba, Venezuela, Nicaragua y Ecuador) y como en EE.UU. las comunidades de exiliados de esos países son muy grandes en numero y en poder económico, las noticias de Bolivia son más bien escasas, solamente se lee y escucha lo que hace el Presidente más como anécdota que como presencia de país o como política internacional de Estado.¿Desde fuera se percibe que en Bolivia existe una presunta dictadura disfrazada?Sí, es una percepción cada vez más nítida, ya que el proceso político de consolidación que ha seguido el gobierno ha sido similar al que siguió Castro en Cuba en la década del 60, criminalizar a la oposición, atacar a los medios de comunicación, agredir a la Iglesia Católica, amedrentar a actores sociales y copar los medios de comunicación en lo político, y en lo jurídico tomar el Poder Judicial y el Ministerio Publico para judicializar a la oposición y amedrentar con el aparato administrativo del Estado a todo aquel que se oponga. Democracia no solo son elecciones, es una forma de vida y de ver la sociedad en libertad.¿La OEA y la ONU se suman al pedido de amnistía?Muchos organismos como la OEA, ONU y sus instancias dependientes son organismos de gobierno no de Estado y están compuestos por burocracias que viven del salario que le pagan los gobiernos, y sólo escuchan las posiciones oficiales, no de los otros sectores de la sociedad, y eso es una dificultad y una limitante para nosotros. Mantienen contacto todos los exiliados? Si, está creciendo el contacto con todos los exiliados, eso es bueno y es importante, el exilio boliviano es muy heterogéneo, pero nos une la idea fija y noble, queremos volver a nuestro país, tenemos derecho a hacerlo, no nos pueden privar en pleno siglo 21 el derecho a vivir en nuestro pueblo.¿Cual es la lectura que le deja la salida de Roger Pinto?Roger Pinto es hoy lo que Leopoldo Fernández fue hace 5 años, el símbolo de la lucha por la libertad y la democracia, su salida ha sido espectacular por lo ridículo en que quedó el gobierno y su aparato de seguridad y la decisión de Roger de conseguir libertad saliendo del país. ¿Cómo es la vida de los exiliados, es duro bajar por la escalera ajena y comer el pan extraño lejos de casa y de la familia?No es fácil, yo soy parte de una generación que luchó por la implantación de la democracia en Bolivia, entregué mi vida a esa causa para garantizar el derecho a que todos tengamos un espacio en nuestro país, hoy por segunda vez en mi vida me veo en el exilio, la primera por la dictadura de García Meza y ahora por Evo Morales. El exilio es un castigo muy duro, estás afuera en contra de tu voluntad, no podés ejercer tus derechos políticos en tu país, te criminalizan, el aparato publicitario del gobierno te quiere matar civilmente, te asesinan tu prestigio, entonces reponerse de ese cuadro es complicado y peor aún después de haber vivido más de la mitad de tu vida en tu pueblo, tenés que mantener una fortaleza mental muy grande y sobreponerte a eso en tierras extrañas y prepararte para volver. El exilio es parte de la vida política, estás en el poder, en la oposición y también en el exilio, entonces tenés que tomarlo con buena filosofía y asumirlo como parte de los riesgos de hacer vida pública y seguir adelante.¿Es pasiva la sociedad frente a esta forma de gobierno?La protesta será poca mientras la gente siga creyendo que la política se hace desde las instituciones corporativas, toda resistencia se hace desde el campo popular, todo movimiento de resistencia sale desde abajo, peor en una sociedad como la nuestra que está pasando una bonanza económica bastante prolongada y donde el ensanchamiento de la clase media es muy fuerte, y eso hace que la prioridad de la gente sea su estabilidad y seguridad económica, la lucha por la libertad es secundaria. El momento que se empiece a sentir crisis económica el comportamiento de la sociedad cambiará sin duda.Me dedico al transporte de mercaderías a Bolivia. Salí a mi segundo exilio el 7 de febrero del 2009 de Santa Cruz hacia Estados Unidos. Mi primer exilio fue Asunción, Paraguay donde llegué el 22 de julio del 1980, luego de estar preso. Fui refugiado del ACNUR y acá soy refugiado de EEUU y vivo en Miami. En Bolivia me embargaron todos mis bienes. Soy abogado de profesión y acá no puedo ejercer porque el sistema es totalmente distinto, y soy político, tampoco puedo ejercerlo, así que me dedico al transporte, envío mercadería a Bolivia y todo lo que aparece, me he tenido que reinventar por completo. Mi esposa trabaja en la cocina del hotel Baltimore haciendo los postres para el hotel, tengo cuatro hijos, uno es profesional y trabaja en Washington, dos están en la Universidad y el ultimo estudia el tercero de secundaria. Mis padres viven en Bolivia, trabajan allá y vienen una vez al año a visitarme. Saludos a todos. Santa Cruz es todo para mí, es el pueblo que amo.¿Cuál es su mensaje en estas fiestas septembrinas?Santa Cruz, es todo para mí, allí nací, ahí me crié y ahí quiero morir, estoy forzado y temporalmente afuera. Estamos viviendo una época de transición en Santa Cruz, existen lideratos emergentes, hay otros lideratos que el proceso los ha absorvido, pero siempre será un pueblo dinámico y que con todas sus contradicciones, va a ser el pueblo que uno ama.¿De qué se lo acusa a usted? Desde el 6 de agosto del 2003 hasta el 17 de octubre del 2003, estuve como ministro de Estado en la cartera de Agricultura y desde septiembre hasta octubre se realizaron bloqueos campesinos y enfrentamientos en la ciudad de La Paz y El Alto con muertos y heridos, que derivó en la renuncia de Sánchez de Lozada y su salida del país. Evo Morales y la bancada del MAS iniciaron una demanda por genocidio, asesinato, etc. En el Ministerio Publico se instauro un juicio de responsabilidades en el que inconstitucionalmente e ilegalmente nos metieron a todos los ministros, primero como cómplices y como no estaban en Bolivia los principales, y yo no podía ser cómplice de alguien que no estaba juzgado me cambiaron la acusación y me pusieron como autor de genocidio, asesinato, torturas etc. por eso siempre pedí una auditoría al proceso, porque nunca tuve nada que ver en nada, era parte del área social de un gobierno, pero eso es la utilización política de la justicia para criminalizar al adversario y aquí estoy sin poder vivir en mi país porque nadie me garantiza ni un juicio justo ni la libertad que un hombre necesita para desarrollarse. Este juicio es el primero de una serie que el propio Evo Morales, a través del Ministerio Publico por instrucciones del poder Ejecutivo ha seguido, primero octubre, después terrorismo, luego separatismo y genocidio a Leopoldo Fernández. Como ve, se ponen delitos que tienen impacto en la opinión publica para aislar la defensa y matar el prestigio del acusado. Eso es lo que ocurre ahora en Bolivia.Santa Cruz Económico