Que Quintana explique…


evoquintLa detención del jefe policial Fabricio Ormachea por el FBI “con las manos en la masa” en un acto de extorsión, es un hecho gravísimo que viene a sumarse al largo rosario de corruptelas gubernamentales sucedidas durante la gestión de Evo Morales.El asunto se complica aún más al conocerse que, según el periódico Sol de Pando, Ormachea sería el “operador” dentro de la Policía del ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.De acuerdo a dicho medio, el coronel ahora apresado por el FBI “era conocido por realizar cobros para traficar influencias desde el Ministerio de la Presidencia, perjudicando a decenas de jefes y oficiales avasallados en sus méritos cuando se aprobaban las órdenes de destino”.“Una vez que fue nombrado Ministro de la Presidencia, el ex mayor de Ejército Juan Ramón Quintana convocó a Mario Fabricio Ormachea para convertirlo en su principal operador político dentro la Policía boliviana, comprometiendo a dicho oficial en la estrategia que Quintana desarrollaría para debilitar las competencias policiales buscando fortalecer el rol militar en las políticas de seguridad pública”, dice el periódico pandino.Aún más grave parece el panorama cuando los archivos nos muestran que, hace dos años, un reportaje de Univisión sindicaba a Ormachea de ser uno de los contactos del Cártel de Sinaloa en Bolivia, “con quienes en varias oportunidades despacharon maletas y aviones cargados con droga hacia México, España y Brasil”.Según este artículo, además, el mencionado jefe policial sería uno de los “oficiales de confianza” del narco-general René Sanabria, también preso en los EEUU por tráfico de cocaína.Univisión señalaba entonces que su fuente eran “informes de inteligencia de la policía boliviana”. ¿Los mismos que el senador Roger Pinto presentó en Palacio Quemado y que motivaron su persecución y exilio?Recordemos también que el superior de Ormachea, el ministro Quintana, fue acusado por la revista Veja de vínculos con el narcotráfico.Lo cierto es que, con el arresto del “operador” en Miami, queda al descubierto que la red de extorsión no sólo sigue existiendo, sino que también se ha globalizado.Mientras tanto, todo es cubierto por un ignominioso manto de impunidad por el gobierno de Evo Morales, algo que solo es posible por la falta de equilibrios y controles democráticos en el país.Ya lo decía Lord Acton: el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente… [email protected]