El presidente persa se distanció de su antecesor, Ahmadinejad, buscó conciliar con Occidente y afirmó que quiere "gestionar las diferencias con Washington". Aun así, defendió su plan nuclear, que calificó como "pacífico", y advirtió que una acción militar en Siria "sólo exacerbará la violencia en la región"
AP
El presidente de Irán, Hasan Rohani, sostuvo ante la Asamblea General de la ONU que su gobierno "no quiere agravar las tensiones" con los Estados Unidos. "He escuchado cuidadosamente el discurso de Barack Obama. Podemos llegar a un marco que permita gestionar nuestras diferencias", aseguró este martes. "La igualdad, el respeto mutuo y de los derechos internacionales deben regir nuestras interacciones", agregó.
Durante su discurso, Rohani defendió el plan nuclear de su país, aunque procuró mantener un tono conciliador. "Debe tener exclusivamente fines pacíficos", enfatizó, diferenciándose de su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad, quien mantuvo una tensa relación con Occidente. "Las armas nucleares y las armas de destrucción en masa no tienen lugar en Irán; contradicen nuestros postulados religiosos, morales y éticos", prosiguió.
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En cuanto a Siria, afirmó que "no hay soluciones violentas para las crisis en el mundo". "Sólo la sabiduría humana garantizará la paz y la seguridad", indicó. En ese sentido, condenó el uso de armas químicas y dijo "celebrar" la aceptación de Siria de la Convención para destruirlas. Sin embargo, advirtió a Occidente que cualquier acción militar contra el régimen de Bashar Al Assad propagaría la violencia en la zona.
Siria es clave en Medio Oriente. Se trata, en su mayoría, de un país sunita (75%), pero los Assad, en el gobierno desde principios de los 60, pertenecen a la secta alawí, una rama de los chiítas. Eso forjó una relación con Teherán tras la revolución islámica de 1979. En el país, la otra gran minoría es de cristianos.
Hasan Rohani ganó las elecciones presidenciales en la primera vuelta el 14 de junio pasado, con 51% de los votos, sucedió a Ahmadinejad, cuya presidencia de ocho años estuvo marcada por una fuerte tensión con las potencias occidentales debido a la política nuclear iraní. "El pueblo de Irán votó a alguien moderado y prudente", señaló.
El mandatario iraní también basó su exposición en la división de las relaciones internacionales entre el norte y el sur. "El discurso político internacional que prevalece presenta un centro civilizado rodeado de una periferia no civilizada. Asigna al norte un papel central y relega al sur a la periferia", explicó.
Fuente: Infobae